San Andrés sí, Fuenteovejuna no

San Andrés crece y crece, pero a algunos está a punto de atropellarles su expansión, sobre todo a aquellos que habían creído que su crecimiento en el mundo de la política era aún más grande e importante que el del propio municipio, los mismos a los que antes les cantaban sus excelencias, les decían que siguieran y siguieran, pero a los que a las primeras de cambio les han dado la espalda y les han dejado en la estacada. Esto le está sucediendo en estos momentos a Francisco Gómez, a quienes los mismos que no hace mucho le alagaban los oídos, le decían lo bueno que eran, le aseguraban que no se rindiesen, ahora le apuñalan -políticamente hablando, claro está,- por la espalda. Ya se dejó claro ayer que no todos los diecisiete miembros de la junta local iban a acompañarle en su aventura política con el PAL y a abandonar el PP, pues bien hoy puede decirse que ya han consumado su venganza al reunirse con el propio partido para que les explicara cuál era la situación, «porque nos ha engañado en todo», dicen ahora cuando hablan de Francisco Gómez, los que antes le llevaron a la situación actual. Incluso, alguno de los que más cizañaron contra todo y contra todos, sobre todo contra su partido, ahora quieren seguir en él y reniegan de todo lo anterior como si no hubieran tenido nada que ver. Estos mismos que utilizaron a Francisco Gómez, lo lanzaron contra el PP y le han llevado hasta la expulsión bajo el grito de todos a una, pero está claro que en ese grupo había esquilores y se han retratado dejandole sólo, porque para ellos no es Fuenteovejuna, salvo que sean otros -Francisco Gómez, en este caso,- los que den la cara para que se la partan y, una vez partida, separarse de su lado, negarle y acusarle ahora de «mentiroso». Aquí sólo hay una verdad y esa pasa porque Francisco Gómez, de no haberse fiado de esos mismos, estaría de número dos en la lista del PP, pero no quiso por seguir al lado de los que hoy han demostrado qué son y cómo son, y eso cuando menos le honra.