De procedencia israelí y sin precedentes en España, la Junta pagará por este servicio
Un avión sin piloto reforzará la respuesta a las emergencias en la comunidad
Transmite en tiempo real imágenes y datos para guiar intervenciones en situaciones de peligro
«La joya de la corona de la Agencia de Protección Civil». Así definió y presentó ayer el consejero de Presidencia y Administración Territorial, Alfonso Fernández Mañueco, al avión de vigilancia no pilotado que reforzará los sistemas de gestión de emergencias de la comunidad. Su misión es la vigilancia, observación y reconocimiento -con transmisión de imágenes y datos en tiempo real- de todos aquellos lugares susceptibles de generar situaciones en las que sea necesario intervenir, como bosques, carreteras, manifestaciones, pantanos, montañas... «Con este aparato la Junta se convierte en pionera en sistemas de detección y vigilancia, ya que ninguna otra comunidad autónoma cuenta por el momento con esta infraestructura», recalcó el consejero, quien antes de inaugurar Protec 2007 presentó en la carpa de la exposición este avión. De momento operará con carácter experimental a la espera de los certificados y permisos oficiales para volar. Dispone de entre diez y catorce horas de autonomía de vuelo y puede captar imágenes y datos en un radio de 200 kilómetros desde su posición. Según explicó Neil S. Maman, director de Operaciones de la firma Aeronautics España, existen tres tipos de estaciones desde donde se pueden recibir los datos del avión: el centro de operaciones se sitúa en el aeródromo vallisoletano de la Matilla. Igualmente, a través de una estación móvil -portada en una mochila con antena- puede captar la información en un radio máximo de 15 kilómetros. En este caso se maneja la cámara desde tierra. Por lo que se refiere al tercero (RVT), sólo vale para la misión de recepción, la cámara no puede ser manejada como en el caso anterior. El avión, de procedencia y tecnología israelí, llegó en verano a la comunidad y comenzó a trabajar con el área de Medio Ambiente en la detección de incendios desde las alturas a 40 kilómetros de distancia. «Puede verse con el avión su progreso, dirección, coordenadas y los medios que deben utilizarse para controlarlo», apuntó Maman. En cuanto al área de Protección Civil, las labores empezaron en misiones de vigilancia, reconocimiento y observación en lugares ordenados por la agencia de acuerdo a una serie de datos y coordenadas, así como en situación de emergencias (accidentes, explosiones...). La Junta pagará 600.000 euros al año por este servicio, que como mínimo precisa de cuatro personas para su funcionamiento: un piloto externo (despegar y aterrizar); un piloto interno (en la estación central para el plan de vuelo y revisar parámetros), un técnico y el comandante de la operación. Sus misiones en los próximos días serán el simulacro del rescate de alta montaña (mañana en San Isidro); el 10 de marzo en el campeonato de España de rallies en Guijuelo (Salamanca); en la operación de tráfico de Semana Santa, en la fiesta de la campa de Villalar y el 28 de mayo en Miranda.