Diario de León

Un manifiesto leído por una ciudadana cerró el acto, que se celebró en un ambiente pacífico

El PP congrega a 2.500 leoneses contra la reducción de pena de De Juana Chaos

«Yo no me rindo» o «España no cede» fueron algunos de los lemas de las pancartas

Los dirigentes del PP sostuvieron la pancarta en el centro de la plaza

Los dirigentes del PP sostuvieron la pancarta en el centro de la plaza

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M. Rabanillo - león
León

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Entre 2.500 y 3.000 leoneses, según la Policía Local, se dieron cita ayer en la plaza de Botines convocados por el PP de León para expresar su rechazo a la política antiterrorista del Gobierno y a la reducción de pena al etarra Ignacio de Juana Chaos. Los congregados se arremolinaron alrededor de los dirigentes del PP, que sostuvieron una pancarta con el lema que preside la manifestación de hoy en Madrid, España por la libertad, no más cesiones a ETA . En el acto, en el que no se vio a ningún dirigente de ningún otro partido, se corearon consignas contra Zapatero, a quien se le acusó de ceder al «chantaje» de ETA. La presidenta del PP de León, Isabel Carrasco, agradeció la presencia de todos los leoneses que se acercaron ayer hasta la plaza de Botines, especialmente por el «comportamiento pacífico» de todos los congregados. Carrasco recordó a las víctimas de ETA y animó a todos los leoneses a acudir a la manifestación de Madrid. Por su parte, el consejero de Fomento, Antonio Silván, aseguró que «a un lado están las víctimas y al otro, los verdugos, y en medio está un gobierno que ha cedido la chantaje», algo a lo que, según dijo, «no estamos dispuestos los leoneses». Con pancartas con lemas como A ETA no se le convence, se le vence o Yo no me rindo , los congregados asistieron en silencio a la lectura del manifiesto que corrió a cargo de la ciudadana Mar Calzado González, en el que se considera una «cesión inadmisible» la decisión del Gobierno de Zapatero, «que humilla a las víctimas, doblega al Estado de Derecho, daña la dignidad de la democracia y ofende gravemente a todos los españoles». Además de recordar la larga lista de víctimas que la banda terrorista ha dejado en las últimas décadas, en el escrito se acusaba a Zapatero de de haber sentado «un precedente escandaloso» y se le advertía que «no vamos a perder nunca la esperanza de derrotar a los asesinos aplicando simplemente la ley», para concluir exigiendo «una política antiterrorista diferente, moral, digna y eficaz, que recupere el espiritu de Ermua y rechace la negociación y el pago de precio político alguno».

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