León cuenta con un taxi por cada 800 habitantes tras la retirada de licencias

El Plan de Viabilidad del Servicio de Viajeros en Autotaxi surgió como respuesta al desfase entre oferta y demanda. Con las indicadores de población en bajada ininterrumpida, en el año 2000, el Ayuntamiento y el gremio de taxistas decieron pactar una regulación que hiciera de mano invisible para alcanzar el equilibrio propugnado como ideal en el capitalismo. Se llamó a filas a los conductores de los vehículos, se contabilizaron 205 volantes y se estimó que la cifra óptima, según la ratio utilizada por los responsables de la administración autonómica, debía de rebajar el paquete existente en 50 unidades. Existían 205 permisos y se concedió que, antes del 2007, tendría que haber 50 menos, por medio de su amortización: el Ayuntamiento opagaría el 80% y el gremio el porcentaje restante. Alcanzada la marca temporal del plan los objetivos se han modificado. Se habló de medio centenar de taxis que dejarían las calles y, con la nueva ordenanza municipal reguladora del servicio aprobada en el último Pleno en marcha, se ha decido que el nivel se estanca en 171 licencias cuando finalice el año, 16 menos de las planteadas en un principio. «Al final han sido 34 los permisos amortizados, porque la tendendencia de bajada de la población parece que se recuperado -hay casi 140.000 personas censadas en León, según el último recuento del Instituto Nacional de Estadística (INE)- y, además, hay que tener en cuenta que los inmigrantes no quedan registrados en estas cifras, pero se mueven en taxi», explica Rubén Prieto, secretario de la asociación provincial y del Radio taxi de León, quien recuerda que «la normativa fija la ratio mínima en una por cada 1.000 habitantes, con lo que todavía se está muy por encima». El porcentaje del que habla Prieto, que cifra la plantilla del Radio Taxi en 180 licencias, ha pasado de los 730 habitantes por cada uno de los vehículos existentes -dado que en el año 200 se contabilizaban 150.000 habitantes, en caída- hasta las 800 personas por cada uno de los permisos que existirán cuando se cierre el plan de viabilidad. «Esperemos que con lo que se ha quitado se estabilice el sector», concede el representante de la asociación gremial, quien apunta que «los servicios registrados son los mismo que entonces y el ingreso de cada uno de los taxistas no ha aumentado», dado que «el parque de vehículos ha crecido y el número de autobuses también». El descenso queda avalado por un acuerdo económico que figura en las cláusulas del plan de viabilidad. Las líneas escritas en el documento pactado comprometen al Ayuntamiento a pagar el 80% de los más de 2,4 millones de euros establecidos como pago para la amortización de las 34 licencias que quedan fuera de juego, que encontrarán el 20% restante en el desembolso de los integrantes del gremio.