Los leoneses reciclaron 20 toneladas de envases y restos de medicamentos

La mitad de los leoneses revisan su botiquín, al menos, una vez al año. Esa limpieza genera que se reciclen más de 20 toneladas de envases y restos de medicamentos cada año a través de los puntos de recogida en las farmacias. En estos momentos, 310 boticas leonesas participan en el programa Sigre, Sistema de Gestión y Recogida de Envases del sector farmacéutico, un proyecto puesto en marcha en 2001 por la industria farmacéutica, las distribuidoras y las propias farmacias para evitar que se arrojaran a la basura miles de envases de medicamentos que, además de contaminar, pudieran generar problemas de salud. Con este programa, en el primer semestre de 2006, los leoneses entregaron en sus boticas un total de 10.728 kilos de envases lo que supone incrementar en casi un kilo lo entregado en cada farmacia en el año anterior. Los leoneses reciclan, así, casi seis kilos de envases por farmacia y mes, una cifra por encima de la media nacional. El circuito Los envases depositados en los contenedores especiales de cada farmacia son recogidos por la distribución farmacéutica y trasportados a la planta de selección y clasificación de Sigre, ubicada en la localidad coruñesa de Cerceda. En la planta, la única existente en España se separan los envases del resto de los medicamentos para reciclar todos los materiales susceptibles de reutilización, separar los medicamentos y utilizar los válidos para producir energía eléctrica. La cifra de envases reciclados, de la que se aprovecha el 30%, permite -según los datos de la empresa- evitar la tala de más de más de 6.200 árboles, lo que equivale a una superficie de arboleda de más de 50 kilómetros de calles en una ciudad. Por otra parte, los envases que no se pueden separar del medicamento (pomadas, jarabes, ampollas, etc.) y los restos de fármacos, se han destinado a valorización para la producción de energía, lo que desde un punto de vista medioambiental también contribuye a evitar la utilización de otros combustibles sólidos como carbón o petróleo. Con la valorización energética de estos envases y restos de medicamentos se ha generado la suficiente energía como para iluminar 50 colegios de 500 alumnos cada uno, durante un año. El papel y el cartón suponen el 86%, el plástico el 6,2% y los metales, vidrios y otros, el 7,8 % del resto de materiales reutilizados. La encuesta sobre el uso de los medicamentos realizada por la empresa Sigre permite determinar que la puesta en marcha de este proyecto no sólo evita que se arrojen a los contenedores comunes miles de medicamentos sino que se varíe la conciencia sanitaria. Siete de cada diez encuestados consideran que medicarse con restos de fármacos procedentes de tratamientos ya finalizados puede ser perjudicial para su salud. El pasado mes de noviembre, Sigre puso en marcha una nueva campaña de concienciación que bajo el lema «Un gesto por el medioambiente» pretende recordar a los ciudadanos la importancia que tiene, para su propia salud y la de la naturaleza, realizar un pequeño gesto como es llevar sus envases a los puntos de recogida.