El edificio se ubicará en una parcela de 14.000 metros cuadrados en el polígono de La Lastra
El Inteco saca a concurso las obras de su sede por más de 8 millones
El plazo de ejecución será de 15 meses, por lo que podría estar lista en el verano del 2008
El Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) ha sacado a concurso público la construcción de su sede por un importe de 8.059.989,69 euros. El edificio, que se ubicará en una parcela de 14.000 metros cuadrados del polígono de La Lastra, se construirá según el proyecto del estudio del arquitecto catalán José Manuel Navarro García-Sicilia, que resultó ganador en el concurso de ideas convocado el verano pasado. Según se recoge en las bases del concurso, las obras tendrán un plazo de ejecución de 15 meses, por lo que el edificio no estará listo en los plazos previstos inicialmente, que preveían el inicio de las obras en febrero de este año y su conclusión para la primavera del 2008. Teniendo en cuenta los trámites administrativos de la adjudicación de las obras, estas podrían estar concluidas en el verano del próximo año. Bases Las propuestas se podrán presentar hasta el próximo 10 de abril y en las bases de la licitación, publicadas el pasado día 14, se especifica que el presupuesto máximo es de 8.059.989, 69, que estará distribuido en dos anualidades, la primera por importe de 4.500.000 euros para el 2007 y el resto para el ejercicio del 2008, en el que se prevé la entrega de las obras finalizadas. El edificio, que se ubicará en la parcela E.2-N de La Lastra, tendrá dos accesos, a través de dos grandes plazas que se unirán a las previstas en la urbanización, con el objetivo de que la sede se integre plenamente en el entorno, según explicaron a este periódico dos de los autores del proyecto, José Manuel Navarro y Laila Vives. La construcción se realizará en hormigón, madera, piedra y vidrio, combinados con otros materiales ecológicos y de bajo impacto ambiental. Se presenta como un gran zólaco flanqueado por dos accesos, una avenida principal y una plaza, además de dos patios de grandes dimensiones que proporcionan luz y ventilación. El edificio constará de cuatro plantas y un bajo, en las que habrá unas áreas de trabajo de comunes y otras independientes, que servirán de separación para los espacios dedicados al uso público, pero lo más llamativo será su torre, de cristal suspendido, en las que se integran las cuatro plantas sostenidas por una sola peana que convierte al conjunto en un gran voladizo sobre la plaza. En el proyecto, los arquitectos han buscado compaginar el compromiso con el entorno con el carácter reivindicativo del edificio, que se convertirá en uno de los más emblemáticos de la capital.