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En las horas centrales del fin de semana la Junta mantendrá allí el helicóptero y un equipo | Reportaje | Riesgos en la montaña |

El riesgo de aludes en Picos de Europa obliga a reforzar los efectivos de rescate El infierno blanco

La Agencia de Protección Civil advierte de desprendimientos en las carreteras del área Una avalancha de nieve alcan

Avalancha de nieve en el Desfiladero de los Beyos, en imagen de archivo

Publicado por
Asun G. Puente A. G. Puente - redacción redacción
León

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Las intensas y copiosas nevadas de los últimos días, la prevista subida de las temperaturas y la acumulación de nieve en zonas afectadas previamente por las heladas eleva al máximo el riesgo de aludes durante este fin de semana, sobre todo, en aquellos puntos por encima de los 1.400 metros situados en las áreas de montaña de Picos de Europa. Ante esta situación, la Agencia de Protección Civil de la Junta ha reforzado el dispositivo de rescate en este punto de la provincia durante el fin de semana, cuando se prevé una presencia importante de montañeros, excursionistas y visitantes a este espacio por la mejora del tiempo. El responsable de este organismo, Luis Aznar, confirmó ayer que durante las horas centrales de las jornadas de hoy y mañana la institución autonómica mantendrá en Picos el helicóptero del servicio y un equipo preparado para la intervención inmediata. Además, la Junta triplica los medios y divide los efectivos en el norte, centro y sur de la comunidad. Mientras durante un fin de semana normal se encuentra operativa una unidad de primera intervención con base en Valladolid, éste habrás tres de segunda intervención en alerta. Las actuaciones en Picos se realizan en coordinación con Asturias y Cantabria, que comparten también parte de este espacio natural. La dirección del parque nacional advierte, igualmente, del peligro de cualquier tipo de actividad en las rutas de alta montaña, fundamentalmente, en enclaves de cortados rocosos por el peligro de desprendimiento de capas de nieve y piedras, en simas ocultas , canales angostos, pendientes y al caminar bajo laderas herbosas cubiertas de manto blanco. El riesgo de aludes también se extiende a las carreteras, fundamentalmente, en el tramo comprendido entre Poncebos y Sotres y en el acceso a Tresviso, donde además de nieve existen placas de hielo. La posibilidad de desprendimientos de nieve en la calzada se acrecenta a partir de las 13.00 horas por la mayor acción del calor. En cuanto a los consejos, la Agencia recomienda no realizar recorridos en solitario y sin el equipo necesario. Asimismo, advierte del riesgo del esquí de travesía en estas zonas o de la escalada sobre hielo sin experiencia previa. Un alud se define como un deslizamiento de nieve, hielo y a veces roca que se desplaza con carácter gravitacional, con flujo laminar o turbulento. Se produce al romperse el equilibrio entre las fuerzas de empuje y de resistencia. La velocidad de una avalancha oscila entre los 50 y los 300 kilómetros por hora y pueden llegar a producir impactos de hasta 145 toneladas por metro cuadrado. Tres son los factores que influyen en la formación de un alud: la naturaleza del terreno, el tipo de nieve y la temperatura. Por lo que se refiere al primero, las pendientes entre 15 y 45 grados son las de mayor riesgo, las amplias palas y los canales. Las capas de nieve de importante espesor y las nieves frescas (polvo y mojadas) presentan más inestabilidad. Además, el aumento de la temperatura humedece el manto blanco y lo hace más pesado. Las avalanchas se desencadenan por causas espontáneas (nieve, lluvia, aire, deshielo, aumento de la temperatura...) y provocadas (sobrecarga por paso de personas, caídas de piedra, hielo...). Los expertos apuestan por la prevensión y la información para evitar accidentes provocados por aludes. Así, advierten sobre las pendientes de más de 30 grados con nieve fresca y primavera; calor, después de la lluvia, nevadas con viento que provoquen placas... Resultan la principal amenaza para el esquiador y otros deportistas de montaña. Las posibilidades de salir ileso de una avalancha de nieve son muy escasas, además, la primera hora en el rescate resulta fundamental, ya que a partir de ese momento la posibilidad de salvar al accidentado disminuye en un 50%.