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«Si hay que ir se va, pero ir pa na» 64

A los políticos de PP y de PSOE las dos convenciones que sus partidos han celebrado estos días en Valladolid y Madrid, respectivamente, les han importado poco o nada

Publicado por
F. RAMOS
León

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Se acabó la legislatura en Castilla y León, bueno para honrar a la verdad y ser exactos, hay que decir que finalizaron los plenos en las Cortes de Fuensaldaña, claro que para alguno de los procuradores que en Fuensaldaña han sido les da igual, porque su labor poco o nada se ha notado o para poco o nada ha servido. Y es que ya se sabe que cuando a uno le colocan en un puesto de salida para ser procurador ya tiene ganado el pan para los próximos cuatro años y si tu partido, además, gana las elecciones y lo hace por mayoría, entonces sí que algunos se dedican a sestear y a alzar el brazo cuando les toque votar, eso sí sólo cuando sea absolutamente necesario, no vaya a ser que del sobreesfuerzo se resientan. Claro, ahora se entiende por qué todos, en esta época de elaboración de listas, se pegan por ocupar ese puesto de procurador. ¿Y quién es el procurador que menos intervenciones ha tenido en los plenos de Fuensaldaña en los últimos cuatro años? Pues, ese gran honor le ha correspondido al popular José María López Benito. Tanto es así que, en cuatro años poco o nada se le ha oído; en concreto dos veces: cuando juró su cargo como procurador y cuando Juan Vicente Herrera fue elegido presidente, día en el que López Benito diligentemente dio el sí. Hasta aquí llega su labor. Eso sí, no ha dejado nunca de ir a Fuensaldaña y... eso es agotador. Por cierto, hablando de ir o no ir. Estos días se han celebrado dos convenciones: una en Valladolid, del PP y otra en Madrid del PSOE. En el caso de esta última se denominaba convención municipal y en el caso del PP, interparlamentaria. Pues bien, ni un solo socialista leonés acudió ayer a Madrid. ¿Falta de interés? ¿Olvido? Hubo alguno que se enteró de su existencia por el teletexto. En el caso del PP, el primer día estuvo Isabel Carrasco, pero no dijo ni esta boca es mía; el segundo día fue distinto, porque estaba Rajoy y tocaron a rebato que se necesitaba clac. A unos y a otros lo que les pega es aquello de: «Si hay que ir se va, pero ir pa na».

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