Presidente del Consejo General de Colegios de Médicos de Castilla y León
«El sistema se resquebraja por la falta de médicos y la mala distribución»
La elección del médico leonés trae a León la sede autonómica de los colegios médicos para los dos próximos años; «una de las muchas presidencias que debería haber en León»,
El próximo jueves tomará posesión como presidente del Consejo de Colegios de Médicos de Castilla y León pero, en los casi dos meses transcurridos desde su elección, José Luis Díaz-Villarig ha desbloqueado ya el plan de asistencia a médicos enfermos y ha iniciado los trámites para la constitución de un Consejo de la Profesión Médica, que considera imprescindible. Su reto, revitalizar en dos años el Consejo, sin definir, que durante este periodo tendrá su sede en León. -¿Cómo entiende el intento de desacreditar su presidencia nacido en Valladolid? -Lo entiendo como una actuación estrictamente personal del presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, una persona egocéntrica que durante los últimos ha intentado boicotear toda la acción del Consejo no aprobando sus estatutos o no participando económicamente con su aportación. Su actuación no ha ido más allá de declaraciones, creo que a título personal, aunque es conocedor de que el Consejo tiene mecanismos estatutarios para defender su opinión y que siempre existe la posibilidad de acudir al juzgado. -¿Perjudica su actuación y sus declaraciones al Consejo? -La deuda generada por su falta de colaboración en los últimos años (algo más de 60.000 euros) sí pone en peligro el funcionamiento del Consejo. Creo que su actuación es estéril para la defensa de los derechos de los médicos de Valladolid pero sí perjudica a todos los facultativos de Castilla y León, y por ende a los de su provincia, poniendo en entredicho el órgano de representación. En todo caso, no creo que abrir polémicas beneficie a los profesionales. Mi función es defender a los colegiados y no entrar en polémicas inútiles y perjudiciales para la institución. -¿Va a marcar en algo su actuación al frente del Consejo? -Para nada. El Consejo va a funcionar como debería haberlo hecho en los últimos tres o cuatro años. -¿Cuál va a ser el primer paso? -Mostrar que el Consejo ha de gestionarse, y correctamente. El primer paso ya está dado con la firma de un convenio para la asistencia a los médicos enfermos (el programa Paime), que llevamos más de diez años intentando poner en marcha y los diferentes presidentes del Consejo no han logrado hacerlo. Presido desde hace dos meses este órgano y hemos logrado ya un acuerdo, que se plasmará tras Semana Santa, para que Castilla y León tengan un programa asistencial, muy, muy importante para el médico enfermo pero también para el resto de la sociedad. -¿Dónde se va a radicar la sede del Consejo? -La sede va a estar en León. Para mí es un orgullo que la presidencia de un órgano de representación tenga su base en León, donde deberían estar las presidencias de otros organismos. -¿Afronta la presidencia en un buen momento para defender a los médicos? -Representar a 12.000 médicos es un reto fascinante en cualquier momento. Ahora, el momento es relativamente bueno para los facultativos. En los últimos cuatro años se ha logrado dar un importante paso adelante: se ha pasado de una situación laboral y económica complicada a un momento positivo gracias a los acuerdos alcanzados por algunas centrales sindicales con el equipo del consejero César Antón que han cambiado totalmente el panorama. Nuestra situación económica y laboral, con la liberación del complemento específico, la carrera profesional, la reducción de la jornada o el acuerdo de la hora de guardia, nos ha puesto en una situación muchísimo mejor. -¿El reto para ese periodo será el estatuto jurídico específico para los médicos? -Sí. Pero dentro del Consejo tenemos otros retos muy importantes también. Hemos de modificar los estatutos porque una parte importante de lo que está ocurriendo se debe a un problema de redacción de la norma, hemos de solucionar el estado económico que es malo (hay problemas con algunos colegios que no abonan su aportación) y buscar financiación externa y, en definitiva, montar una estructura autonómica de defensa colegial de los médicos que ahora no existe. -¿Copiar el modelo del Colegio de León? -Trabajar partiendo de esa base. El Consejo está por montar y definir, no están puestas en marcha las vocalías siquiera. Será necesario, y en eso estamos ya trabajando, establecer medios de comunicación con los médicos que sean atractivos y ampliar la prestación de servicios a los que puedan acceder los colegiados. -En sus primeras declaraciones tras la elección adelantó su proyecto de Consejo de la Profesión. ¿Sigue en el proyecto? -Por supuesto, es la estrella, la médula de nuestro trabajo. El médico pertenece a una profesión no a un oficio aunque diferentes administraciones nos han querido llevar a ello. Hemos sindicalizado una profesión y dejado que nos representen personas que, en algunos casos, ni siquiera son médicos, dentro de sindicatos de clase, que hablan y deciden por nosotros. El consejo de la profesión será un órgano de representación y de interlocución compuesto por el Consejo de Colegios, representantes de las sociedades científicas, organizaciones sindicales estrictamente profesionales y la administración. -Todas las decisiones en manos de facultativos. -Claro. Es un reto importante y muy difícil, que debería haber estado ya recogido en el Estatuto Marco (nacional) y en el Estatuto Jurídico del personal sanitario recientemente publicado. Hemos perdido dos oportunidades de que los médicos tuviéramos capacidad de decisión sobre todo lo que nos compete. -¿Cree que es viable el Consejo de la Profesión Médica? -Se lo he planteado ya al presidente de la Junta de Castilla y León y lo ha admitido con buenos ojos. Existen grandes posibilidades de plasmarlo en la próxima legislatura. -¿Los médicos son meros comparsas ahora en la gestión? -Se nos ha llevado a una situación de asalariados, lo somos pues en un 90% dependemos de un solo contratador que es el Estado o la administración pública, que nos ha dejado con poca independencia, poca capacidad de decisión y una situación de total desánimo. Tenemos escasa capacidad de gestión aunque somos la piedra angular del sistema; aislarnos es un perjuicio para el sistema y, por ende, para los ciudadanos que lo usan. -¿Se les consulta algo? Los médicos han rechazado, por ejemplo, la Ley de Dependencia porque ni siquiera se les consultó aún siendo esenciales en la asistencia -No se nos ha consultado ni sobre el número de médicos que hace falta en España en un momento dificilísimo por la falta de profesionales y la mala distribución. -¿La situación es tan grave como ahora se nos dice? -Por supuesto. El sistema se resquebraja por la falta de médicos y por una nula política de distribución. Los médicos tenemos que estar en los órganos que tomen esas decisiones porque no podemos permitir la emigración que se está produciendo ni traer médicos extranjeros que, en algunos casos, ni siquiera conocen nuestro idioma. En definitiva, hemos de lograr un reconocimiento del profesional para que éste vuelva a ser lo que era y lo que nunca debió dejar de ser. -El primer paso serían esas mayores cuotas de gestión. -Por supuesto, el médico ha de gestionar porque de sus servicios depende la asistencia. Estamos ante una profesión cambiante, adaptable y en la que el médico ha de tener su palabra. Una ley, como la de Dependencia, que no tiene en cuenta a los médicos nace coja, porque de salud pública, creo, los médicos somos los que más sabemos. -Su poca capacidad de gestión influye en temas como la lucha contra las agresiones... -Las agresiones no son generalizadas, pero sí un lacra que va en aumento. La masificación del sistema ha llevado a que las personas se encuentren en situaciones difíciles y aunque esto nada tiene que ver con el profesional es el que paga esta situación porque no se puede agredir al sistema. La administración ha de solucionarlo como sea, poniendo primero las bases para evitar esa masificación y, segundo, implantando los medios necesarios, con nuestra colaboración, para que no haya posibilidad ni de una agresión más, física o verbal. -El Colegio de León ha sido pionero en esa defensa... -Sí y haremos alguna campaña más. Nos hemos personado en todas las causas y lo seguiremos haciendo y aunque somos conscientes que la solución no es el juzgado cualquier profesional ha de saber que estamos aquí para ayudarle mientras hallamos otras soluciones.