La Ley Rural aplicará políticas activas para evitar que el campo quede vacío

Dos años en proceso de articulación han dado con el texto definitivo de la Ley de Desarrollo Rural que, el caso de León, se presenta como la última oportunidad para evitar que la despoblación total del campo. La nueva norma que va a aprobar el viernes el Consejo de Ministros, tal y como anunció el presidente del Gobierno, tiene como fin último igualar en oportunidades a la sociedad rural y a la urbana. De este objetivo parte en sí la misma complejidad que define en origen a la legislación que ordenará el desarrollo agrario y rural a partir de ahora en España. Fuentes del Ministerio de Agricultura, que refrendaron avances anteriores realizado por la propia ministra Elena Espinosa en torno a la Ley, indicaron que en el articulado se han involucrado hasta ocho departamentos, en un proceso interministerial completo que incluye referencias de Fomento, Industria, Economía o Vivienda, además de Agricultura y Ganadería, desde el que se ha ordenado el procedimiento legislativo. Vivir del campo, y en el campo El propósito de la ley no se queda sólo en la defensa de la actividad agraria y la distinción de los hombres y mujeres que realizan una actividad que garantiza la biodiversidad; está dirigida también a proteger y fomentar servicios y derechos que hagan actractivo el asentamiento de población en las pequeñas localidades, además de crear las condiciones económicas que hagan atractiva la inversión, la dinamización económica y el empleo. La norma abarca tanto el concepto de vivir del campo como el de vivir en el campo, en las áreas rurales.