Las reservas de 7.000 usuarios copan la estación hasta el día 9 de abril

Las pistas de Fuentes de Invierno abrirán hoy para los amantes de los deportes blancos, tras el acto de inauguración vivido ayer. Medio millar de usuarios serán los primeros en utilizar las instalaciones de la segunda estación de esquí asturiana. De acuerdo al sistema previsto por el Principado para que los usuarios prueben los nuevos servicios y aporten sus sugerencias, cada día -hasta el 15 de abril- 500 esquiadores podrán disfrutar de forma gratuita del enclave invernal. De momento, las reservas hasta el día 9 ya están completas con 7.000 personas que han realizado su petición a través del teléfono (900.860086) y la dirección de correo electrónico (fuentesdeinvierno@princast.es) habilitado para la ocasión. Fuentes de Invierno cuenta con una superficie esquiable -en esta primera fase- de 8,5 kilómetros. Tiene catorce pistas y cinco remontes (tres telesillas cuatriplaza y un telesquí, además de una cinta transportadora). La capacidad remontadora alcanza las 8.200 personas a la hora. Respecto a la dificultad de las pistas, dispone de dos verdes, cinco azules, otras cinco rojas y dos negras. La estación tendrá operativas a partir de hoy un total de siete, además de dos remontes, lo que conforma una superficie esquiable de cinco kilómetros. Una vez que el espacio blanco esté plenamente operativo, según avanzó ayer el presidente del Principado, podrá albergar a cerca de 3.000 usuarios cada jornada. En cuanto al resto de las instalaciones, el párking diseñado permite albergar 250 turismos y veinte autobuses. Igualmente, la estación dispone de un edificio de servicios múltiples, con las oficinas, un área de atención médica, cafetería-restaurante, escuela de esquí, otras zonas de gestión (talleres y almacenes) y una amplia terraza con vistas a las pistas. Las taquillas cuentan con su propio emplazamiento cerca de los remontes. Un ramal -con 577 metros- de la carretera AS-253 da acceso directo a la estación. En sucesivas fases, Fuentes de Invierno podrá sumar al menos otros 15 kilómetros a los 8,5 con los que inicialmente se pone en marcha. Con la dimensión definitiva contará prácticamente con la misma superficie que San Isidro y ambos enclaves configurarán un espacio blanco cercano a los 50 kilómetros, lo que permitirá competir con más fuerza con otras estaciones de los pirineos y convertirse en la zona de esquí más atractiva del noroeste.