La propuesta de la Comisión coincide con el incremento productivo que se experimenta en León
Europa incentivará con 40 euros por tonelada el abandono de la remolacha España se ve agraviada ante Francia y Alemania
El nuevo plan de Fischer entrará en vigor en otoño y trata de hacer bueno el recorte de cuotas
La nueva estrategia europea delata la intención de los promotores: el recorte de la producción remolachera ven un 50% -según propone la OCM del año 2005- parece escaso. La Comisión de Agricultura elabora ahora un plan, que someterá a la voluntad de los comisarios antes de que acabe abril y que aprobará en otoño, que se sustenta en un respaldo económico que prima, esencialmente, el abandono: 40 euros por tonelada abandonada. Así se resume la próxima corrección del plan de reestructuración del sector remolachero que, hasta la fecha, no ha logrado acercarse a los objetivos iniciales. La nueva medida que impulsa la Comisión Europea se ha interpretado como un claro peligro para la subsistencia del cultivo en España, que no parece tener más futuro en la península que le reducto del cuadrante norte, con especial relevancia de las vegas y páramos de la provincia de León, que figuran en los planes de la industria como reserva exclusiva para sostener el mercado del azúcar. Los cultivadores leoneses de remolacha, que han acudido en masa a los contratos ofrecidos por la industria transformadora hasta elevar la previsión de producción a 1,2 millones de toneladas en los próximos dos años, encontrarán a partir de octubre (si prospera la iniciativa de Europa) la alternativa de cobrar el mismo dinero por dejar la siembra de remolacha que por mantener el cultivo. La única lectura positiva que aparece en el horizonte de la estrategia de la Comisión de Agricultura de Europa se estable en el adelanto en una campaña del calendario de la reconversión. De tal forma que aquellos cultivadores que resistan a la tentación del incentivo por dejar de producir, verán los precios de mercado de la remolacha elevado en la campaña 2008-2009 a más de 39 euros, en virtud al precio base y la ayuda desacoplada de casi 13 euros, en vigor desde el momento en el que las cuotas actuales caigan por debajo del 50%. El replanteo de la reestructuración llega después del fracaso de Europa en el intento de deshacerse de la mitad de los cupos actuales. A los dos años de la aprobación de la OCM, el recorte en España no alcanzó el 10% de las cuotas. En León, por contra, la producción corre camino de subir un 30%. Los países excedentarios en azúcar incrementan la producción de remolacha; en la zona sur (en la que sólo España-que es claramente deficitaria entre demanda y oferta- mantiene el tipo en defensa del cultivo) se reducen las cuotas. El Gobierno de España ha reaccionado ya contra la intención de Bruselas de incentivar el abandono porque entiende la medida como un agravio frente a países como Francia y Alemania, que acumularán la práctica totalidad de los cupos remolacheros, frente al intento español de que la producción nacional no caiga más allá del 50% que establece la actual OCM. La batalla de la reforma azucarera ya está orientada hacia la defensa de la supervivencia del cultivo. Desde que Europa aprobó la reestructuración al final del año 2005, se ha abierto una brecha entre países centroeuropeos y de la cuenca mediterránea: Italia y Grecia lideran el recorte de cuotas, que se han incementado en Bélgica, Reino Unido, Polonia y, sobre todo, en Francia y Alemania. Los precios establecidos, al límite de la rentabilidad, perjudican la producción en España.