Educación publicará en el mes de mayo el listado definitivo con el que resolverá las instancias
El 90% de los niños consigue plaza en el centro que elige en primer lugar
El plazo para que los padres soliciten centro de preferencia para sus hijos termina hoy
Las instancias que rellenan los leoneses para que sus hijos inicien una primera andadura académica en centros sostenidos con fondos públicos, o para cambiarse de un colegio a otro con la intención de cursar el mismo u otro nivel educativo, se amontonan en los archivos de la Dirección Provincial de Educación. Miles de expedientes que a partir de hoy, día en el que acaba el proceso de libre elección de centro, buscarán una resolución favorable, en el mejor de los casos, y perfilarán con nombre y apellidos el mapa escolar del siguiente curso. Una lista que adquirirá carácter oficial el próximo catorce de mayo, después de que el Consejo Escolar valore las solicitudes y la Junta publique el listado definitivo. A pesar de que los colegios e institutos del centro de León se encuentran saturados y la oferta de plazas aquí es mínima, Educación es optimista y asegura que el 90% de los niños consigue ir al colegio que elige en primer lugar y que los recursos de queja por parte de los padres son mínimos. Para configurar ese tejido escolar, el departamento encargado de este área sigue unos criterios que se encuentran publicados en el Boletín Oficial de Castilla y León y que responden, a través de una puntuación que llega hasta los cinco puntos, a los porqués de admitir o no a un niño en determinada escuela. La baremación articula en la proximidad al domicilio, en los hermanos matriculados en el centro, así como en la renta de la unidad familiar, la discapacidad, y el expediente académico, los cálculos a realizar como paso previo al proceso de matriculación. Además, la Administración pública está obligada a reservar un porcentaje de vacantes, que linda con el número de aulas de las instalaciones, para aquellos niños que presentan necesidades educativas especiales y congela también cierto número de plazas para las familias cuyos hijos pertenecen a minorías étnicas, son inmigrantes o se encuentran en una situación particular que se refleja en un desfase de dos cursos por debajo de su edad. Cuadrar los números Un trabajo ordinario que encuentra sus únicas dificultades, según reconocen desde Educación, en la estimación que hay que hacer para rellenar el cupo. «Puede darse el caso de que en abril haya veinte plazas para primero de secundaria en un centro y que en junio repitan dos alumnos de esta clase», explica uno de los inspectores, quien recuerda que están obligados a guardar una plaza por cada chico que acaba el ciclo -Infantil, Primaria y Secundaria- en aquellos centros que aparecen en su área de influencia. Un arco que divide a la ciudad en dos y que marca un perímetro de norte a sur por el que se establece la valoración de proximidad al domicilio. Así las cosas, con más de sesenta mil alumnos y trescientos centros de enseñanza, habrá que esperar poco más de un mes para saber si la primera opción es la buena. Si no, los centros que circunvalan al colegio elegido serán los siguientes de la lista. Pero, aunque no sea el de preferencia, ningún alumno puede quedar sin escolarizar y la institución tiene que dar respuesta a la totalidad de la demanda.