Caballero al servicio de León
El presidente del Consejo Superior de la Casa de León en Madrid, Cándido Alonso Hidalgo, recibe de manos del alcalde de la ciudad el título «Leonés del Año 2006»
«Un ejemplo de amor a León». Así definió el presidente del jurado del Premio «Leonés del Año», Fernando Suárez, la labor que durante toda su vida ha desarrollado Cándido Alonso Hidalgo por el fomento y el impulso de la provincia a través de la Casa de León en Madrid. El nuevo integrante de la ya larga nómina de «Leoneses del Año» preside el Consejo Superior de este centro regional en la capital de España y el Instituto de Estudios Leoneses. Economista y empresario, nació en la capital, pero sus raíces familiares y su corazón pertenecen a las montañas de Luna. Sus recuerdos -como apuntó Suárez en la semblanza que realizó del homenajeado- ahondan también con frecuencia en los pueblos sumergidos por el embalse. De su faceta de empresario, el presidente del jurado recalcó su espíritu emprendedor, creativo e imaginativo y su faceta de especialista en comercio exterior, sobre todo, centrada en los Países Bajos. «Dedica su tiempo libre a la exaltación de los hombres y tierras leonesas. En la Casa de León lo ha sido todo». Igualmente, Alonso Hidalgo participa en la federación de casas regionales y en la confederación nacional de estos centros. «Lo leonés resulta referencia inevitable en su vida, supone un ejemplo con su labor sin desaliento». Fernado Suárez, además, manifestó que fomenta el «espíritu astur-leonés» en Madrid con las buenas relaciones entre la Casa de León y la de Asturias. «Ellos son los exiliados, los ajenados, los que mejor conocen los problemas de León; sienten a León navegando en sus aguas...». El primer «Leonés del Año» enfatizó en su discurso el papel de estos centros en España y en el mundo: «Las casas de León son templos para el culto de lo leonés por obra y gracia de los leoneses. Gracias a Cándido Alonso que enaltece esta labor como altavoz que potencia lo mejor de las distintas comarcas; es también un ejemplo de amor a León». El presidente del Consejo Superior de la Casa de León en Madrid tomó la palabra tras la intervención de Suárez, quien ensalzó la figura del nuevo «Leonés del Año», aunque tradicionalmente lo hace el premiado del año anterior, que fue el poeta Antonio Colinas. «Cómo no voy a estar feliz, emocionado y contento de que el homenajeado sea yo». Nómina de notables Alonso Hidalgo mostró su orgullo de unirse -a través de este premio creado por Radio León- a «gentes leonesas tan notables» y añadió que su elección no se «debe tanto a título personal, sino como un reconomiento a la labor de las casas de León». El «Leonés del Año 2006» se refirió a estos centros regionales como «esos consulados leoneses extraterritoriales, células vivas al servicio de León y los leoneses». Tuvo palabras de reconocimiento para todas aquellas personas que han trabajado activamente por la Casa de León en Madrid a través de los distintos cargos y labores realizadas. Siguiendo un paralelismo centrado en las leyes de caballería, Cándido Alonso dijo que durante la noche veló armas en el patio de San Marcos. «En la torre del homenaje, yo humilde hidalgo caballero vengo a rendir un pleito-homenaje y os confiero -a los presentes- el título de amigos». Resaltó, antes de recibir el premio de manos del alcalde de la ciudad, que: «Mi cordón umbilical siempre ha estado, está y estará unido a la tierra de León». Recordó también en su discurso aquella frase que puede leerse en La Pícara Justina: «Los leoneses somos moridos de amor por esta tierra». Al finalizar su alocución pidió a los presentes que le permitieran «esconder» su emoción «en una sonrisa». Tras el premio, llegó el momento del cocido maragato.