La pérdida de 3.000 residentes en el área de La Bañeza resta un diputado a la zona

El partido judicial de La Bañeza contará el próximo mandato con un solo representante en la institución provincial, frente a los dos actuales. Así lo ha decidido la Junta Electoral Provincial de León, según publicó el lunes el BOP. La pérdida de alrededor de 3.000 residentes en la zona ha provocado que tenga que restarse un representante en la Diputación, que ahora suma el partido judicial de León, con 900 habitantes más respecto a los últimos comicios. De esta forma, la zona que incluye a la capital contará en la próxima Corporación Provincial con trece representantes. La decisión de la Junta Electoral de León ya ha sido recurrida por los socialistas, que consideran que La Bañeza debe mantener sus dos representantes en la institución. Como argumento, en el recurso los socialistas plantean que Cistierna y Sahagún -ambos partidos judiciales con un diputado cada uno- no deben entrar en el cómputo general de la provincia a la hora de dividir la población para conocer el número de representantes que corresponden a cada zona, ya que estos núcleos ya tienen su diputado por Ley de forma obligatoria. El portavoz del PSOE en el Palacio de los Guzmanes, Marcelo Alonso, aseguró ayer que el apartado A del artículo 204 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General apunta que todos los partidos judiciales cuentan, al menos con un diputado. En este sentido, cree que supone una contradicción con la decisión tomada por la Junta Electoral Provincial y que «no es razonable, proporcional ni justo» que La Bañeza tenga un diputado con 37.227 residentes, igual que, por ejemplo, Sahagún con 9.000. Los socialistas culpan a la Junta Los socialistas confían, además, en que la Junta Electoral Central tenga en cuenta su recurso, «porque es justo y razonable». Alonso manifestó también que la pérdida de población en el Partido Judicial de La Bañeza supone un «reflejo de las políticas desarolladas por esta comunidad autónoma, que perjudican al área rural con una despoblación alarmante». Dijo que los habitantes de los pueblos que deciden abandonarlo no se trasladan a su cabecera de comarca, sino que vienen a la capital o su alfoz. «Algo falla, suprimen los servicios mínimos en los pueblos y refuerzan las cabeceras y al final la gente no decide vivir allí».