Los conductores rondarán la ciudad
La apertura de la LE-30 coincide con la ausencia de retenciones en Michaisa, un cruce que enfrenta a Gobierno y consistorio
El primer día de la puesta en servicio público de la carretera de circunvalación LE-30 -segunda fase de la ronda Sur- coincidió con una situación anómala en el callejero de la ciudad. El cruce de Michaisa, habitualmente uno de los más saturados en cuanto a volumen de tráfico se refiere, presentaba ayer una circulación fluida. En ningún momento del día, según apuntan varios vecinos que residen en las casas que duermen en los flancos de la carretera de Zamora, se produjeron congestiones, más allá de los parones que obligaba el indicador rojo de la señal semafórica. Uno de los agentes de la policía local, que regulaba la circulación a las ocho de la tarde de ayer (hora punta en esta entrada a León), reforzó esta postura al decir que la intersección estaba ayer más tranquila que de costumbre, aunque no vinculó esta mejoría a la inauguración de la nueva carretera. «Todavía es pronto para saber si la ronda Sur va a mejorar las condiciones en este cruce», reconoció el agente. A pesar de que en este nudo de comunicaciones ayer no había retenciones, circular por la fase de la infraestructura inaugurada por la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, resultaba también bastante cómodo, ya que era tarea ardua cruzarse con más conductores. Las previsiones hechas por Fomento, que antes había realizado el Ayuntamiento de León, contemplan que la LE-30 absorberá hasta 15.000 vehículos en el tramo más cargado, que discurre en las proximidades de la N-630. La titular de este departamento, dentro del Gobierno central, explicó en el transcurso de su visita a León que la ronda aliviará de coches las principales calles de la capital y descongestionará, por lo tanto, la avenida Fernández Ladreda y su entorno. Unas declaraciones que dejan bien claro que la responsable de este área, dentro del Ejecutivo que preside Rodríguez Zapatero, apuesta por las carreteras ya ejecutadas que, junto con el acceso sur, serán suficientes para resolver la problemática viaria, según su apreciación. A pesar de esta percepción, Magdalena Álvarez fijará la cesión de esta travesía al Ayuntamiento según la orden ministerial del 2001, aprobada por el anterior ministro Francisco Álvarez Cascos, y aportará la financiación correspondiente que marca el baremo que aparece en la regulación. Una decisión que no convence al Partido Popular, desde donde se denuncia el «poco interés del Ejecutivo central para solventar la situación del cruce de Michaisa». Para la concejala de Urbanismo, María José Alonso, no es serio que «sólo vayan a aplicar la legislación vigente», además de que no se impliquen financieramente.