Revisión y control periódico

Cada año mueren en León entre 80 y 100 mujeres debido a un cáncer de mama, una cifra que va en aumento desde hace dos décadas pese a las distintas campañas de prevención y detección precoz que llegan a más de 16.000 mujeres cada año. En los últimos veinte años han fallecido más de 1.800 leonesas por estos procesos. Como en todos los tipos de tumores una vida sana reduce las posibilidades de padecerlo, pero las características especiales de este tumor, y el desarrollo de equipos cada vez más fiables, hacen que la mamografía sea la mejor prevención. La realización de una revisión permite detectar los tumores en un estadio inicial. Y, gracias a estas campañas de cribado, prácticamente el 95% de las neoplasias en los senos se hallan en las fases iniciales lo que hace que el tumor de mama sea, hoy por hoy, el que presenta mejores índices de curación. Una de cada diez mujeres españolas padecerá un cáncer de mama, pero tres de cada cuatro lograrán la curación. Las revisiones deben comenzar, según los expertos, a partir de los 35 años, si bien la edad de máximo riesgo comienza a los 45, cuando se inician también las campañas de detección precoz en la sanidad pública. La exploración mamaria, una revisión ginecológica anual y la realización de mamografías son pasos imprescindibles para hallar un tumor en fase incipiente. Aunque todos los tumores de mama derivan de una alteración genética, un 10% podrían ser considerados síndromes hereditarios. Cuando la paciente tiene antecedentes familiares de cáncer deberá extremar las medidas de control y consultar con su médico.