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Facundino y leonés 37

El que debe contener la respiración es David Fernández ya que, de no producirse una baja o que el PP logre un diputado más, su prometida llegada a la Diputación corre peligro

Publicado por
F. RAMOS
León

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«Errare humanum est» y reconocer el error y rectificar, también. Gordoncillo pertenece al partido judicial de León y no de Sahagún, por lo tanto Lupicinio Rodrigo puede respirar tranquilo -de momento, que el viento sigue sin soplar a su favor- porque José María López Benito no llegaría a la Diputación desde el partido judicial facundino y sí lo haría desde el de León, porque lo que no es un error es que López Benito será el número dos en la lista que presente en Gordoncillo el Partido Popular. Por lo tanto, dicho queda. Claro que esto abre otro abanico de posibilidades. Por partes. En el partido judicial de León, el PP consiguió en las pasadas elecciones municipales del 2003 cinco diputados, a saber: Javier García-Prieto (León); Cipriano Elías Martínez (Riello); Francisco Castañón (La Pola de Gordón); Enrique Gil (San Andrés del Rabanedo); y Juan Martínez Majo (Valencia de Don Juan). Así las cosas, si en las elecciones del 27 de mayo repite resultado quedarán dos vacantes, la de García-Prieto, que ocupará Isabel Carrasco, y la de Enrique Gil, que cabe pensar sería para José María López Benito. Hasta aquí todo correcto, pero con este reparto a aquellos nuevos candidatos, recogidos de otras listas y otros partidos -léase David Fernández en La Virgen del Camino-, tendrían difícil su llegada a un sillón de la Diputación Provincial, salvo que el PP consiguiera un diputado más, al ganar el nuevo que recibe León y pierde La Bañeza, o que alguno de los tres grandes espadas -Cipriano Elías Martínez, Francisco Castañón y Juan Martínez Majo- no repitiera porque se decidiera un cambio de aires, que podría favorecer la entrada de alguna de las mujeres que Carrasco ha colocado en la lista de Amilivia. En el juego de las sillas, no siempre resulta ganador el que más baile, sino el que lo haga mejor: entre vuelta y vuelta, se mira el asiento y si hace falta un culazo, se da.