Acciona y Repsol ya tienen definido el complejo bioenergético Esla-Campos Diez mil expedientes entre las catorce mil solicitudes de León corresponden a «profesionales»
El ayuntamiento de Cabreros acogerá el próximo viernes la presentación de la fábrica de biodiésel Esla-Campos, que Acciona y Repsol promueven como accionistas principales, junto al Idae (instituto para la diversificación y el ahorro energético), Caja España y la cooperativa agraria Ucogal, que proyecta desde hace dos años la participación de agricultores en el proyecto además de garantizar el suministro de materia prima. «El 4 de mayo va representar un día histórico para toda la comarca, para Esla Campos, y para todos los agricultores de la provincia leonesa», definió Matías Llorente, que destacó el impulso del complejo industrial que va a representar para el cambio en el campo leonés. «Los cultivos energéticos, la colza, o el girasol alto oleico, representan una oportunidad, una alternativa, ante los cambios de demanda de fuente energética que se está produciendo en el transporte», remarcó el dirigente agrario, en representación de la cooperativa que se ha involucrado desde el principio en el primer proyecto de obtención de biocarburante a partir de aceite de oleaginosas que se va a establecer en la provincia leonesa. Este proceso resume en esencia el fin de la actividad de Biodiésel Esla-Campos, que se va a asentar sobre una parcela de 14 hectáreas cedida por la junta vecinal de Jabares de los Oteros (término municipal de Cabreros del Río), que estará dotada con una extractora, elemento distintivo de este completo industrial respecto a otros proyectos de refinerías. El desarrollo que posibilita la transformación de aceite de oleaginosas en biodiésel trae consigo alternativas para la obtención de productos sucedáneos destinados a la alimentación de ganado o a otros destinos industriales (torta o glicerina). Acciona y Repsol pretenden obtener 100.000 toneladas de biocombustible procedente del aceite de colza en esta fábrica; un diez por ciento de la producción nacional a medio plazo. El rendimiento se duplicará con la entrada en escena de la semilla de girasol alto oleico, cuya experimentación ya se ha puesto en marcha en las vegas y páramos leoneses. La inversión, de entorno a 80 millones de euros, incluye un complejo proceso de almacenaje y tratamiento de las semillas. Junto al complejo industrial, crece un proceso de I+D+i que está encaminado a perfilar los límites de la producción y rendimiento de la colza para obtener biodiésel. «Ha habido técnicos trabajando a turnos hasta las cinco de la mañana», revela Matías Llorente al tratar de explicar la odisea de pasar por el registro de la Junta todas las solicitudes de la PAC que han tramitado los afiliados a Ugal. Las protestas de otras organizaciones agrarias o entidades colaboradoras dan una idea de la magnitud del proceso y la preocupación. En la medianoche de ayer, 30 de abril, concluyó el plazo de presentación de solicitudes, una forma de medir la estructura del campo leonés: «Cada vez somos menos agricultores a título principal y cada vez más solicitudes», reflexiona el secretario de Ugal. La comparación es significativa: de las 14.000 explotaciones que tienen activados derechos PAC en el Pago Único, menos de 10.000 corresponden a agricultores que cotizan al régimen especial agrario de la seguridad social. El resto, prácticamente una tercera parte de los expedientes, se reparten entre agricultores o ganaderos que comparten esta dedicación con otra actividad económica que les reporta más ingresos que el campo. La UE ya ha anunciado que comenzará a recortar por este punto.