El «efecto Zapatero» creó casi 30.000 empleos en tres años, según el PSOE Alicientes para recuperar el atractivo

Durante los ocho años de gobierno del Partido Popular en la provincia de León se crearon 3.900 empleos, es decir, una media anual de 487. En los tres años que lleva gobernando el PSOE se han creado en la provincia 29.500 empleos, es decir, una media anual de 9.849. «Esto queire decir que el efecto Zapatero ha creado en sus tres años de gobierno una media anual de empleo veinte veces superior a la media anual del PP en sus años de gobierno», según explicó ayer el diputado nacional socialista Agustín Turiel. Turiel hizo repaso de las cifras de empleo en la provincia, la comunidad autónoma y el conjunto del país, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), recientemente publicada. El diputado socialista, destacó también la especial atención prestada por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero a la provincia de León, lo que se ha traducido en un «despegue» de la posición que la provincia ocupaba en el ranking nacional de creación de empleo. Según estos datos, «León ha pasado de ocupar en puesto 43 de un total de 50 provincias al finalizar el mandato del PP a ocupar en lugar duodécimo en el primer trimestre del 2007». El sector servicios fue el que registró el mayor incremento en número de puestos de trabajo, en la provincia leonesa, según el diputado socialista, que recordó que esta asituación se debe a los proyectos tecnológicos ubicados en León, como el Instituto de las Tecnologías de la Comunicación, (Inteco) o el nuevo edificio de Telefónica e Imagenio. También repasó otras iniciativas que se desarrollarán próximamente en la provincia, y que se traducirán en un buen número de empleos, según indicó Turiel. Los datos de la EPA aportados por el político señalan que en el primer trimestre de 1996 el número de ocupados en la provincia era de 158.300, mientras que en el primer trimestre del 2004 habían ascendido hasta los 162.200, es decir, 3.900 ocupados más. Una cifra que da una media anual de casi 500 trabajadores. Desde entonces hasta el primer trimestre del 2007, el periodo que coincide con el mandato de Zapatero, el número de ocupados en la provincia se ha incrementado hasta los 191.700, es decir, se han creado 29.500 empleos. Una cifra que da una media anual de 9.800 puestos de trabajo, es decir, veinte veces más que durante el mandato popular. También se incrementaron, en menor medida, las medias autonómica y nacional. Los líderes de CC.OO. y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, celebran juntos el Primero de Mayo en Madrid, pero sus perspectivas sobre cómo ha de conmemorarse la Fiesta del Trabajo en el futuro son diferentes. El secretario general ugetista asegura que la asistencia a las manifestaciones «es notable» y que «los jóvenes se unen sin problemas a los actos convocados»; mientras que desde CC.OO. se señala que a las marchas sólo «acuden unos cuantos incondicionales». Fidalgo se ha inclinado públicamente por la renovación, según informa Colpisa. Los cambios barajados tendrían como fin dar protagonismo a otras localidades, tal y como ocurrió en 1984. Entonces, los máximos responsables de CC.OO. y UGT, Marcelino Camacho y Nicolás Redondo, se trasladaron a Bilbao para conmemorar junto a la sociedad vasca, víctima del terrorismo y de la crisis industrial, el Primero de Mayo. Hace unos meses, Comisiones sugirió que en el 2007 Fidalgo y Méndez viajaran a Andalucía para unirse a los trabajadores de la multinacional Delphi, que tras cobrar una serie de subvenciones de la Junta, ha anunciado el cierre de la factoría que tiene instalada en la Bahía de Cádiz. Otro motivo para cambiar el escenario del Primero de Mayo era que Sevilla se convertirá los próximos días 21, 22, 23 y 24 en la primera ciudad española organizadora de un congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Sin embargo, el proyecto no satisfizo a UGT. CC.OO explica que determinadas organizaciones de la central socialista argumentaron que ante las próximas elecciones autonómicas y locales, del 27 de mayo, convenía que Fidalgo y Méndez se quedaran en Madrid para «criticar la política y la merma de derechos sociales aplicada por el PP».