«Danzad, danzad, malditos»

Esta precampaña y la posterior campaña electoral van camino de convertirse en un auténtico maratón de baile, al estilo del que se veía en la película de Sidney Pollack: «Danzad, danzad, malditos». Un maratón de baile que apenas interesa a un público aburrido y en el que el negocio también lo harán los más avispados. El baile aquí es de candidatos, al ritmo de sus músicas de campaña, -que se lo pregunten a Carrasco y a Amilivia- y baile de cifras de las diferentes encuestas que unos y otros manejan y que les sirven para insuflarse de moral de cara a las próximas fechas, que hasta el día 27 soñar no cuesta dinero y como ya le dijo el ministro Rubalcaba a Villalba una calurosa mañana de sábado de hace ahora casi un año: «Para ganar hay que creérselo y tú ya tienes mucho ganado». Además, las encuestas que manejan unos y otros, o lo que es lo mismo el PSOE de Ferraz y el PP de Valladolid, casi son coincidentes en León. De hecho, coinciden en tres cosas: la primera, en dar la victoria al PSOE, aunque bien es cierto que la encuesta popular habla más bien de un empate técnico entre populares y socialistas; la segunda, convierten a la UPL en la llave con tres concejales; y la tercera coincidencia es que dejan sin representación al PAL de José María Rodríguez de Francisco. Es más, las dos encuentas ni siquiera consideran la opción de que De Francisco pueda influir en el voto final. Es curioso, además, que estos datos de PP y PSOE son casi idéntidos a los que tiene en su poder la UPL y que ya fueron contados en su momento. Pero que nadie se lleve a engaños, porque como dice el refranero español, «hasta el rabo todo es toro» o «hasta que no pasa el último cura no se acaba la procesión» y, desde luego, a este acto procesional aún le quedan muchos curas por pasar y no todos van a ser socialistas, populares o leonesistas de la UPL. Una pregunta a los cerebros que hacen las encuestas: ¿Realmente conocen la idiosincrasia del electorado leonés?