El sector del ovino lácteo se mantiene al borde de la quiebra

La rebelión de los productores de leche de vaca tiene un paralelismo con el sector lácteo del ovino, expuesto desde hace casi dos años a una caída de precios en origen superior al 20%, que ha puesto la economía de las explotaciones, la mayoría de carácter familiar, al borde de la quiebra. El descenso de los precios de leche de oveja en origen -pactados por las industrias, según denuncian los ganaderos afectados- se acompaña de la subida de costes de producción, con el mismo origen que los productores de leche de vacuno: los cereales, base de piensos de alimentación de los rebaños, ha elevado el coste de producir en la misma proporción de caída de los rendimientos de la materia prima. Los afectados declaran abiertamente que, si se mantienen en esta actividad, es por los compromisos financieros a los que les obligan las inversiones realizadas en las modernización de explotaciones. Todos los movimientos reivindicativos iniciados por los productores han acabado, hasta ahora, en declaración de intenciones. La división dentro de las asociaciones, cooperativas o sindicatos, ha impedido llevar a cabo una postura unitaria frente a los intereses de las industrias transformadoras, que pagan ahora el litro de leche hasta 30 céntimos menos que hace sólo 18 meses. Las alternativas para recuperar los precios se fijan en una mesa intersectorial en la que se quiere involucrar a la administración autonómica, y en elaborar un tipo de contrato que obligue a las industrias a respetar un mínimo de condiciones mercantiles con los productores. Y eso, en medio de excedentes que atan de manos a los ganaderos a la hora de aplicar sus reivindicaciones.