El afiliado 1.908

A los jugadores de golf cuando ganan el masters de Augusta le colocan la chaqueta verde en señal de triunfo. Esa chaqueta no tiene nada de especial, más que el color y el escudo de Augusta, pero el que la porta no la cambia por nada, todo lo contrario a lo que sucede en la vida política, donde el cambio de chaqueta está a la orden del día. Chaqueteros ha habido muchos en la historia de la política, de uno y otro lado, y alguno ha sido ilustre. Ahora, además, con el invento ese del centro los hay que bailan de un lado a otro, según les convenga. En estas elecciones, aquí en León, se han producido numerosos cambios de chaqueta, la mayor parte de ellos para dejar el color púrpura del leonesismo y abrazarse al azul de la gaviota. No es que no sea legítimo, que lo es, pero no deja de ser extraño, porque lo que no se puede ser es leonesista y, supuestamente, defender la autonomía para León desde un partido que apoya la configuración de la actual autonomía, salvo que todo lo anterior no sirva. Quizás por esta razón, alguno de éstos que han cambiado de un lugar a otro, se han apresurado a decir que ellos lo que siempre han sido es independientes, que independientes eran antes e independientes son ahora, independientemente -valga la redundancia- de las siglas que les sustenten. El diccionario de la Real Academia define el término independiente como aquel que no tiene dependencia y que no depende de otro. Hasta ahí, todo correcto, si no fuera porque en política independiente también es aquel que no está adscrito o afiliado a ningún partido político, por eso llama la atención que el todavía alcalde de Valverde, David Fernández, el día que se presentó como candidato del PP asegurara que él siempre ha concurrido a las elecciones como independiente. Curiosa afirmación, cuando tenía -es de suponer que ya se diera de baja- el número de afiliación 1.908 en la UPL desde el 4 de abril de 1995, con el aval de José María Rodríguez de Francisco.