El proyecto, que se ultimará en dos semanas, cuenta con un millón de euros de presupuesto
León remodela Papalaguinda y coloca tres nuevas áreas de juegos infantiles
La actuación sirve para remozar los jardines y dotar de una iluminación adecuada al paseo
La «actuación más importante de los últimos 30 años», según detalló el alcalde, Mario Amilivia, deja Papalaguinda remozada con la primavera encima. Una inversión de más de un millón de euros que ha servido para recuperar la imagen de una de las zonas principales de ocio y esparcimiento de la ciudad, que ahora se adecúa a los tiempos con la colocación de nuevo mobiliario y juegos seguros para los niños. «Esperamos que en el próximo presupuesto se dé consignación para acabar lo que queda», avanzó la concejala de Medio Ambiente, Covadonga Soto, quien auguró que «en un par de semanas estarán colocados todos los elementos restantes». El cambio de aspecto de la zona, ejecutado por la empresa constructora leonesa Begar, habilita un nuevo acceso al río por medio de un rampa y un puente -en las cercanías de la pasarela del Palacio de los Deportes-, que permite dar continuidad al paseo por su margen aneja al Bernesga, que ha sido pavimentado para acabar con la tierra que antes formaba el suelo. La intervención se complementa con la acometida de nueva iluminación, que acabará con los problemas de inseguridad que se sufren; la impermeabilización de los estanques existentes, en los que se colocará fauna; y la renovación de algunos de los chopos viejos, sin alterar el arbolado actual, en el que, además, se encuentran tejos, cedros o encinas. Resto de la factura Junto a la obra civil, cuyo coste asciende a 460.023 euros, el segundo porcentaje más importante del presupuesto, 447.500 euros, corresponde a los juegos infantiles: una zona con suelo amortiguado para niños de 2 a 6 años, un espacio para pequeños de 6 a 12 años y un área polivalente, con superficie de hierba artificial, en la que se colocarán canastas de baloncesto, vallas de madera y nuevos módulos para la pista de skate, entre otros equipamientos. Los 100.000 euros restantes quedan destinados al nuevo mobiliario y las luminarias, que todavía deben ser colocadas. Una suma de más de un millón de euros, después de 30 años.