200 personas exigen más celeridad a la justicia en una manifestación por las calles de León
Forenses de toda España analizaron en congreso el crimen de Navatejera Un manifiesto recuerda que el crimen fue doble
La utilización de un líquido para acelerar la descomposición del cadáver sorprendió a los profesionales
Los principales forenses del país analizaron recientemente en un congreso el crimen de Navatejera y las peculiaridades que ofrece el caso a la vista de la especial rapidez con la que el cadáver de la víctima, que apenas llevaba tres semanas en el vertedero en el que fue encontrado y presentaba un estado de descomposición similar al que ofrecen los cuerpos a los seis o siete meses del fallecimiento de la persona. Cerca de 200 personas se manifestaron ayer por las calles de la capital, para exigir a la justicia más rapidez en los trámites judiciales relativos al caso. «Miedo tenemos de que en estos momentos esté todo parado, porque se han solicitado varias pruebas, y la juez instructora las ha denegado», aseguró el padre de la fallecida. Rocío Fernández Ameijeiras, una joven de 22 años, desapareció de su domicilio en mayo del 2005. Su cuerpo fue hallado en un vertedero de Navatejera a principios de junio, en avanzado estado de descomposición y con síntomas de haber sufrido una muerte violenta. La Guardia Civil detuvo al día siguiente a su compañero sentimental, que declaró no tener nada que ver con el caso y fue puesto en libertad con cargos. Desde entonces, hace ya dos años, apenas ha habido avances en el asunto. Incluso la familia del único imputado presentó una denuncia por detención ilegal contra la Guardia Civil. Caso complejo Un reciente congreso nacional de forenses analizó el caso recientemente, dada la complejidad que presenta, según manifestó la familia de la joven: «Dicen que se han tenido que usar líquidos para acelerar la descomposición del cuerpo, con el fin de eliminar pruebas y dificultar la investigación, y parece ser que no han visto nunca nada igual, porque un cadáver que como mucho podía llevar tres semanas en ese sitio, estaba como si ya hubieran pasado siete meses, y eso no puede ser normal. Los forenses dicen que el que lo haya hecho, estaba bien preparado y sabía lo que hacía», se quejó de nuevo la familia. «En tres meses no se ha vuelto a hacer nada, no se puede tener la investigación parada de esta manera, por favor» BALDOMERO FERNÁNDEZ Padre de la víctima «Lo único que sabemos es que los asesinos siguen libres, y haber perdido a nuestra hija es durísimo» MARI FLOR AMEIJEIRAS Madre de la víctima Jesús Fernández, hermano de la víctima, leyó un comunicado emotivo al término de la marcha, en el que recordó que el crimen segó la vida de la víctima «y la del hijo que estaba esperando. Dos años de sufrimiento sin solución y una vida feliz que se truncó el 13 de mayo. No se puede permitir que el criminal siga entre nosotros, porque la justicia es la base de la democracia. Las familias sufren cada vez más le castigo de la violencia de género y nosotros nos sumamos al dolor por la muerte de otras mujeres. Los políticos deben actuar».