Académico de la transición

En el 150 aniversario de la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas, Fernando Suárez se incorporó, desde ayer, y por derecho propio, a una institución que, sin más, a primera vista recoge con nombre propio la historia reciente pública de España. El acto de ayer contó con la presencia de personalidades como Manuel Fraga, Luis Ángel Rojo, Leopoldo Calvo Sotelo, o el propio Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, encargado de dar la réplica a modo de discurso de bienvenida al que, entre otros cargos, ostentó el de ministro de uno de los últimos gobiernos del Franco. El discurso de Suárez giró en torno al derecho a la huelga. Su intervención recorrió las etapas políticas vividas en España desde finales del siglo XIX a las vividas en la dictadura de Franco, para llegar a la época democrática. Fernando Suárez aprovechó su intervención para recordar que, en su caso, le tocaba sustituir a Manuel Alonso Olea, un clásico en el mundo de la enseñanza de la jurisprudencia y al que Suárez dedicó emotivas palabras. Elogios que podrían resumir a la perfección el talante de Fernando Suárez, un político siempre con vistas a lo académico. Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, declarado y grande amigo de Fernando Suárez, destacó la trayectoria del homenajeado, su inmensa bibliografía, u otros aspectos como su carrera política, con hitos como el que recordó Herrero cuando en 1985 consiguió romper la disciplina de voto de la mayoría socialista con ocasión de la reforma de la Seguridad Social. Asimismo, consideró a Fernando Suárez como uno de los artífices del paso del autoritarismo a la democracia.