| Reportaje | La fiesta del sector agrario|
San Isidro, en horas bajas
La caída de la renta agraria y la pérdida continua de activos define la situación del campo leonés, que en la celebración de la festividad de su patrono se agarra a la transformación de regadíos como s
Los datos económicos desconciertan a los campesinos, que en los dos últimos años han acumulado una pérdida de renta de 3.700 euros. El campo, que hoy celebra la festividad de su patrono, se somete cada año a estadísticas que no transmiten una sensación boyante del sector. Al contrario, la actividad mantiene el declive en la provincia: cada vez menos activos, hasta caer por debajo del 6% de los afiliados a la Seguridad Social en León. Las organizaciones agrarias leonesas coinciden en asumir este fenómeno como una consecuencia de la transformación económica en el sector primario y en la necesidad de combatirla a base de agrupar producción y mejoras competitivas. El último balance anual (según los datos del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social) revela que al campo leonés le quedan apenas 9.000 cotizantes autónomos en activo. En este punto, seguros de que la sangría complica el relevo generacional y la subsistencia del modelo de la economía agraria de explotaciones familiares, los representantes del sector exigen a la administración políticas efectivas para incentivar la entrada de jóvenes a la actividad agroganadera. Como causa principal de la resta en el censo agroganadero se presenta la falta de rentabilidad del negocio, que soporta venta de productos en origen al precio de hace 20 años con costes de producción cada vez más elevados. El receso del poder adquisitivo encabeza la lista de reivindicaciones: en el último año, la renta alcanzó los 13.000 euros, frente a los 16.700 que marcó en el año 2004. Aunque se observa un leve repunte con respecto al 2005 (el 0,3%), los representantes del sector lo atribuyen a la caída de los activos (de hasta un 4%). A la costumbre de convivir con la incertidumbre económica del ámbito agrario se unen las reformas pendientes en el reparto de las ayudas europeas, que tienden a una reducción importante en los próximo años. La mayor parte de los incentivos que aporta Bruselas al campo leonés están vinculadas con cultivos o explotaciones de ganado (cerca de 80 millones de euros, según datos oficiales). El resto, hasta completar la cifra redonda de cien millones de euros, se aportan en políticas de acompañamiento, que reparten conceptos como ayudas a zonas desfavorecidas, ayudas agroambientales o jubilaciones anticipadas). La despoblación Que cada vez sean menos los campesinos que celebran san Isidro revela el peligro de desaparición del entorno rural como medio de vida. En defensa de este ámbito, se apuntan las reivindicaciones de los representantes de agricultores y ganaderos, que exigen medidas efectivas para evitar que las previsiones estadísticas se consumen a corto o medio plazo. Regadíos y sector lácteo La agricultura leonesa alcanza esta año san Isidro en plena transformación de estructuras, con la puesta en marcha de nuevos regadíos y la modernización de zonas regables consolidadas. La medida se apunta desde las organizaciones agrarias como la única salida que le queda a los campesinos leoneses para atender a las exigencias de competitividad que impone un mercado cada vez más globalizado. Esta revolución estructural se acompaña, además, de nuevas formas de cultivo para atender a la demanda bioenergética. La situación de crisis que vive el sector lácteo en León protagoniza un dato de actualidad, especialmente en las explotaciones ovinas, dispuestas a movilizarse como ya han hecho los productores de leche de vacuno. Ni las buenas previsiones de cosechas sacan al campesinado de León de su escepticismo ante el mercado, ante el futuro.