Los coordinadores en convivencia llegarán el próximo curso a 22 centros

Centro Localidad Horario IES Ornia La Bañeza 3 horas IES Vía de la Plata La Bañeza 3 horas IES Santa María de Carrizo Carrizo de la Ribera 3 horas IES Vadinia Cistierna 3 horas IES Giner de los Ríos León 3 horas IES La Torre León 3 horas IES Legio VII León 3 horas IES Padre Isla León 3 horas IES Gil y Carrasco Ponferrada 3 horas IES Ramiro II La Robla 3 horas IES de Sahagún Sahagún 3 horas IES Valles del Luna Santa María del Páramo 3 horas IES La Gándara Toreno 3 horas IES Octaviano Andrés Valderas 3 horas IES Valencia de Don Juan Valencia de Don Juan 3 horas IES Río Órbigo Veguellina de Órbigo 3 horas IES de San Andrés del Rabanedo Villabalter 3 horas IES Valle de Laciana Villablino 3 horas IESO Astura Mansilla de las Mulas 2 horas IESO de La Pola de Gordón La Pola de Gordón 2 horas CEO Camino de Santiago La Virgen del Camino 3 horas Escuela de Arte de León León 2 horas Acabar con la violencia dentro de los colegios de la comunidad es uno de los objetivos de las actuaciones diseñadas por la Consejería de Educación durante la presente legislatura. Prueba de ello es la puesta en marcha del Observatorio de la Convivencia Escolar, siendo ésta una iniciativa, pionera en el mapa educativo del país, que con posterioridad ha calado en los centros de otras autonomías. Dentro del calendario de desarrollo para acometer este Plan, la Junta de Castilla y León ha aprobado la implantación de la figura del coordinador en convivencia en 121 escuelas de las nueve provincias que conforman esta comunidad. Una actuación que ayer quedó refrendada con su preceptiva publicación en el BOCyL. De hecho, y según se desprende del documento oficial, 22 institutos de León contarán, ya para el próximo curso, con mediadores en esta materia para evitar que aparezcan conductas agresivas en el ámbito de la enseñanza. Así actuarán La labor que les encomendará la Administración autonómica no perseguirá el castigo, sino que intentará reconducir a aquellos alumnos que tengan comportamientos díscolos para corregir su agresividad y evitar, por lo tanto, una autoridad mal entendida. Así las cosas, la inclusión de estos pedagogos en el ámbito de la enseñanza no es nueva y las experiencias anteriores -como refleja Galicia- constatan que esta figura cumple adecuadamente las funciones de apoyo a los equipos directivos de los centros. Las competencias que tendrán que asumir aún están por definir y necesitarán de una formación previa antes de iniciar su andadura en contra del acoso y la violencia escolar. De todas formas, el horario lectivo de estos profesionales será diferente al de los demás profesores, ya que su labor consistirá en velar por el cumplimiento del Plan de Convivencia. También se encargarán de la coordinación de todas aquellas actuaciones que busquen la consecución del citado Plan. Por lo tanto, su trabajo perseguirá la armonía para intentar sacar de cada estudiante lo mejor de sí, por lo que instrumentalizará sus cometidos a través de la autoridad moral y de un ideario consensuado con los responsables del centro. Finalmente, estos profesionales podrán intervenir de manera individualizada en la mediación de conflictos, lo que les permitirá negociar con las partes para intentar solventar las diferencias entre los alumnos. El arbitraje será diferente cuando el agravio se dé ante un docente, ya que la relación entre el profesor y el alumno debe de ser entendida desde el más absoluto respeto.