Joan Clos asegura que se cumplirán los acuerdos del plan firmado más allá del límite del 2010
Industria subvencionará el carbón hasta el 2012, pese a lo que diga la UE
El ministro advierte, sin embargo, que Bruselas controla la concesión de ayudas a las empresas
El Ministerio de Industria mantendrá los compromisos firmados con el sector del carbón hasta el 2012, aunque Europa insista en que no permitirá que se concedan ayudas públicas a las empresas más allá del 2010. Así lo aseguró ayer en Valladolid el ministro de Industria, Joan Clos, quien respondió al informe de la Unión Europea sobre la escasa rentabilidad de las explotaciones españolas y la falta de éxito de las políticas de reconversión asegurando que el Plan del Carbón incluye medidas hasta el 2012, y que el Gobierno cumplirá los compromisos pactados. Sin embargo, el ministro recordó que Bruselas vigila la concesión de ayudas y controla al Gobierno español; aunque no aclaró cómo piensa hacer efectivas las ayudas comprometidas más allá de las exigencias europeas. Según explicó Clos, la normativa europea para el carbón supone una excepción dentro de la prohibición que tienen los países de la UE de conceder ayudas a sus industrias, por lo que debe ser revisada de forma periódica. El objetivo es permitir a los estados reestructurar el sector del carbón. Sin embargo, Bruselas dio a conocer a principios de esta semana un duro informe sobre la evolución de los procesos de reconversión en algunos países, como el caso de España, donde «el éxito de los procesos de reestructuración acometidos es muy limitado». Incluso, añade el informe, los costes de producción se han incrementado en algunos casos, en lugar de reducirse. De forma que la Comisión Europea considera «muy deficientes»los resultados conocidos. Además, el informe europeo explica que «muy probablemente» el techo de ganancias en eficiencia en el sector ha sido alcanzado; mientras que el coste de cierre de las empresas que se consideran no rentables ha sido muy elevado: 886 millones para ocho unidades de producción en el caso de España. Ante esta falta de resultados, Bruselas consiera que no hay necesidad de reformar la regulación sobre las ayudas estatales a la industria del carbón, que se aplican desde el 2002 y que considera especiales las subvenciones. En definitiva, la Unión Europea considera que el mercado del carbón funciona de forma eficiente, que en países como la República Checa, Polonia, Gran Bretaña y Eslovaquia la producción de carbón es competitiva y que en España, Alemania y Hungría los costes de producción doblan el precio medio de mercado del carbón en el mundo. Ante este panorama, mantiene el horizonte del 2010 como fecha límite para conceder las ayudas al funcionamiento. Pese a conocer este límite, el Gobierno español firmó con empresas y sindicatos un Plan del Carbón cuyo margen de actuación se extiende al menos hasta el 2012, y que incluye un importante presupuesto de ayudas públicas para el funcionamiento del sector.