La familia de Julio López Rubín reconoció en el lugar del hallazgo la ropa y sus pertenencias
Aparece con un tiro en la cabeza el cuerpo del leonés desaparecido en México
El cadáver fue hallado decapitado en su coche en un barranco a 70 metros de profundidad La Embaja
La angustiosa búsqueda de la familia de Julio López Rubín ha llegado trágicamente a su fin. El hallazgo del cuerpo del leonés -desaparecido el 16 de abril- en el interior de su coche, en un barranco a 25 kilómetros de México D.F., termina con un misterio y abre numerosos interrogantes, que ahora deberá esclarecer la investigación. Según confirmaron ayer fuentes de la Procuradoría General de Justicia del Estado de México a este periódico, el cadáver fue hallado a las 13.30 horas del miércoles por unos vecinos del municipio de Lerma, en un paraje conocido como la Carreta. El cuerpo sin vida de López Rubín -de 67 años y gerente de ventas de la multinacional Inoxcrom- se encontraba en el interior de su coche (un Pointer color vino) en un barranco a setenta metros de profundidad. Las mismas fuentes explicaron que el cuerpo apareció decapitado y con un tiro en el cráneo, aunque descartan que la separación de la cabeza del tronco haya sido provocada por un acto de violencia humana. La investigación considera, al aparecer la cabeza a cincuenta metros por delante del automóvil, que cuando el coche fue arrojado por el barranco chocó violentamente contra la maleza y los árboles y este hecho causó la brusca separación de la cabeza. Otro dato aportado por la investigación añade que el cuerpo fue durante largo tiempo pasto de la fauna local, por lo que los restos finalmente hallados son únicamente los pertenecientes a su osamenta. Los servicios forenses practican ahora la autopsia del cadáver y cotejan con pruebas de adn de su familia que realmente se trata del cuerpo de Julio López Rubín. Aunque todavía debe esperarse al resultado de esta labor, el hecho de que su esposa e hija hayan reconocido en el lugar de los hechos la ropa y las pertenencias del desaparecido hace indicar que se trata del leonés. Fuentes de la investigación no han adelantado tampoco las posibles causas de su muerte, aunque aseguran que de acuerdo a las estadísticas el mayor porcentaje de desaparecidos pierden la vida durante el primer día que se les pierde la pista, ya que sus asaltantes optan por deshacerse de la víctima tras intentar robarles o extorsionarles. De momento, no se descarta ninguna hipótesis, aunque la del secuestro no parece viable ante la falta de noticias de los familiares sobre exigencias económicas u otras peticiones. La hija pequeña de Julio, María José López Benito, indicó ayer tras conocer la noticia y acudir al lugar del hallazgo de su padre que se trata «de un vil asesinato» y reclama a la investigación que aclaren cuanto antes qué ocurrió a su progenitor.