Supervivencia y calidad

El 4% de los varones mayores de 65 años tienen un aneurisma (una dilatación de la arteria aorta abdominal); el 50% requiere cirugía para el tratamiento. Sin embargo, la falta de diagnóstico hace que el 70% de los pacientes mueran, de hemorragia interna, antes de llegar al Hospital y, del resto, la mitad fallezcan en el quirófano por los riesgos de una intervención que obliga a exponer todas las vísceras. Los servicios de Angiología y Cirugía General del Hospital de León realizaron el pasado día 11 una intervención pionera en España de resección de la arteria aorta con técnicas laparoscópicas, una posibilidad que permite menores riesgos y mejor calidad de vida para el paciente, tal y como explicó ayer el doctor Fernando Vaquero, jefe del servicio de Angiología y Cirugía Vascular. En dos años, indicó, el complejo hospitalario podría generalizar esta técnica con el apoyo de la Universidad y del doctor Marc Coggia, el mayor experto europeo en estas técnicas. «Es una intervención técnicamente muy compleja porque la arteria está protegida por la columna y los intestinos» y el acceso al campo operatorio es muy complejo. Además, por las carterías del vaso sanguíneo es necesario realizar una sutura muy fina para evitar riesgos de hemorragia. El paciente intervenido el pasado día 11, un varón de 76 años, fue elegido por su estado clínico que aconsejaba la intervención y eludía factores de riesgo añadidos. Para hacer más operaciones, explicó Vaquero, será necesario seguir practicando. Los profesionales del Hospital lo están haciendo, indicaron, en cerdos dentro de la Clínica Universitaria. La intervención duró cinco horas y se efectuó a través de seis pequeños orificios en el abdomen del paciente para facilitar el acceso al campo quirúrgico. Esta técnica acorta en cinco o seis días el postoperatorio y, sobre todo, reduce los riesgos de infección y hemorragia porque los órganos internos del paciente no han de extraerse. Bomba de relojería El tratamiento quirúrgico es la única vía para abordar los aneurismas cuya rotura es la tercera o cuarta causa de muerte en España, explicaron los doctores. «Es una bomba de relojería que no da síntomas», apuntó Vaquero. Por ello, el facultativo leonés reclamó a las autoridades sanitarias que realicen un programa de detección precoz entre todos los varones mayores de 65 años y entre aquellas mujeres con antecedentes familiares. De este modo, indicó Vaquero, se podría reducir la mortalidad en unas cifras muy significativas. Explicó el facultativo leonés que «el rastreo ecográfico podría ser fundamental entre la población mayor de 65 años. Debería hacerse obligatoriamente como se realizan los programas de detección precoz del cáncer de mama».