Cuatro años de cárcel por apuñalar a un pastor que no le dio trabajo
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial dictó sentencia condenatoria de cuatro años de prisión para un individuo, al que se considera culpable de un delito de homicidio en grado de tentativa, por apuñalar a un pastor en Villarrín del Páramo, después de que se negase a darle trabajo. Acusación y defensa alcanzaron un acuerdo, después de que el Ministerio Público exigiese inicialmente siete años de prisión para el procesado. Los hechos se produjeron el pasado mes de octubre del 2005. La víctima se encontraba cuidando de un rebaño de ovejas en compañía de su hija, en las inmediaciones de Villarrín del Páramo, cuando de forma repentina, se presentó el imputado ante ambos, si bien previamente, en el trayecto cubierto hasta llegar a la altura de ambos, se había ocultado entre unos maizales de la zona. Con exigencias Al llegar a la altura del pastor, le exigió que le diese trabajo, a lo que se negó la víctima. En ese momento, el procesado sacó una navaja, de unos diez centímetros de hoja, y le dijo. «¿Que no me quieres dar el trabajo? ¡Pues toma!» El arma se clavó en el hipocóndrio izquierdo del pastor, que sufrió una herida de cinco centímetros de longitud, con orificio de entrada, doble perforación gástrica y trayectoria muy cercana a la arteria gástrica izquierda. El herido tuvo que ser hospitalizado durante 38 días, tras los cuales, permaneció otros 243 más de baja de sus labores ocupacionales. Una vez causadas las heridas, el autor de los hechos salió corriendo perseguido por la hija de la víctima, hacia la cual se volvió y a la que le dijo. «Quítate de ahí, que te clavo a tí también» tras lo cual, siempre de acuerdo a la versión manejada por el fiscal, salió corriendo y abandonó el escenario de los hechos. La defensa sostuvo en su día que la versión real de los hechos no era la que había explicado el ministerio público en sus calificaciones provisionales, y sostenía que en realidad, lo ocurrido era fruto más bien de un accidente, puesto que, el motivo real de la discusión era la devolución de una serie de partidas económicas pendientes, con lo cual, se produjo un enfrentamiento verbal, a resultas del cual, en un arrebato por falta de control, sacó la navaja y, sin percatarse de lo que podía suceder, el arma se le clavó en el pecho, produciéndose las heridas reseñadas a través del parte médico. Las dos partes alcanzaron a un acuerdo para dejar la condena en cuatro años de prisión, a medio camino entre los siete años que exigía el fiscal y los 18 meses que sostenía la defensa, al entender que se trataba solamente de un delito de lesiones.