Las primeras partidas pueden elevar su precio en venta un 32 por ciento sobre el año pasado
Las últimas lluvias hacen pronosticar una cosecha de cereal histórica en León
El incremento de la producción respecto al 2006 puede alcanzar el 25 por ciento, según Asaja
Las últimas lluvias caídas en la provincia durante las pasadas semanas han despertado las mejores expectativas en los sindicatos agrarios de cara la próxima cosecha de cereal, que según las estimaciones de Asaja, puede ser «histórica». Según afirmó ayer la organización agraria en un comunicado, las abundantes lluvias caídas en la provincia a lo largo del último mes «han sido tremendamente beneficiosas para este cultivo, apuntando a día de hoy hacia una excelente cosecha». Para los responsables de Asaja, «las previsiones de producción con revisión al alza de 365.000 toneladas, supone un incremento del 25 por ciento respecto al 2006» año en el que se recogieron 296.000 toneladas en el campo leonés. Subida de precios Si nada se tuerce a última hora, las buenas perspectivas se traducirán, según Asaja, en un buen comportamiento de los precios a la hora de vender la cosecha, en línea con la tendencia de los últimos meses, en los que se ha detectado una fuerte demanda internacional, a consecuencia «del tirón de los biocarburantes». Será a mediados de julio cuando se vendan las primeras partidas de cereal en León, un momento en el que Asaja espera que los precios arranquen por encima de los 15 céntimos de euro por kilo, lo que representaría «un incremento del 32 por ciento respecto al inicio de la campaña del 2006», según estima la organización, que añade que «estos precios son necesarios para garantizar una mínima rentabilidad en el sector cerealista», ya que «se están cuestionando la de las explotaciones ganaderas al tener que pagar más caros los piensos, situación que se tiene que solventar repercutiendo de forma inmediata los mayores costes en la venta de la carne y la leche». Frente a estas excelentes perspectivas para el cereal, la otra cara de la moneda la representa el retraso en la campaña de recogida de forrajes, que afecta a unas 16.000 hectáreas, según Asaja, y en el que un 5 por ciento «se pueden dar por perdidas al estar segadas cuando comenzaron las lluvias». Las labores se reanudarán los próximos días si el tiempo lo permite y se esperan recoger unas 70.000 toneladas, lo que, pese a todo, supone un récord de producción con buenas expectativas de mercado, que puede convertir a León en la primera suministradora de forrajes del país.