| Reportaje | El camino conjunto de dos instituciones |
«Siguen siendo instrumentos modernos» Con la garantía de una joya
Una prenda por un préstamo. Los montes de piedad siguen ofreciendo un servicio moderno, pero basado en un concepto con varios siglos de historia a sus espaldas
La garantía prendaria, a principios de siglo
«Más de cien años después de que montes de piedad y cajas de ahorro iniciaran su camino conjunto, conformamos más de la mitad del sistema financiero nacional, somos entidades sólidas, estables y fuertemente arraigadas en nuestro territorio. Y los montes de piedad siguen siendo instrumentos financieros modernos». Así defendió ayer Santos Llamas la situación actual de unas entidades que nacieron con el objetivo de luchar contra la usura, y que permitieron no sólo a muchas personas obtener dinero en unas condiciones razonables, «cuando las clases menos favorecidas eran la inmensa mayoría de la sociedad», sino también a los emprendedores obtener fondos en unas condiciones asumibles para iniciar sus negocios o para poder emigrar. El presidente de Caja España defendió el carácter social de estas instituciones, que sobre todo desde finales del siglo XIX ofrecieron fórmulas financieras para una mayoría social que hasta entonces dependía de las condiciones leoninas que imponía en sus préstamos la clase dominante. Una prenda por un préstamo. Si se devuelve el préstamo, se recupera la joya. En otros países además de joyas y alhajas se pueden empeñar obras de arte. Hasta hace unas décadas, cuando la sociedad valoraba sus bienes materiales de forma bien distinta, también eran objetos de empeño la ropa (dejar el abrigo en verano en prenda era una forma de pasar mejor unos meses), y todos los objetos domésticos que pudieran ser subastados. Antiguas cámaras de fotos, vajillas, radios, ventiladores,... Y los libros, que siempre formaron parte de la historia de los montes de piedad y pasaron también a la de la música gracias a la tuna. De todo esto, y mucho más, se da fe en la exposición que durante este mes acoge Caja España en su sede de Botines. Una muestra elaborada íntegramente con fondos de la entidad financiera, que recoge la historia de los montes de piedad. El comisario de la exposición es Manuel Carriedo, del Centro de Documentación y Archivo Histórico de Caja España; y el comisario técnico Joaquín Rovina, del Monte de Piedad. También asistió ayer a la inauguración el director del Monte de Piedad de Caja España, Miguel Ángel Álvarez. Carriedo recordó que desde 1838 la historia de los montes de piedad y de las cajas de ahorro transcurre de manera conjunta, y que la sociedad ha sido la más directamente beneficiada por este camino conjunto, que permitió financiarse a gente que hasta entonces no tenía posibilidad de hacerlo.