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Una de las causas de este giro leonés lo ha provocado la pérdida de la Diputación a manos del PP

Un sector del PSOE cree que el partido debe radicalizar su discurso leonesista Miguel Martínez: «La marcha de Villalba es una decisión que respeto» Bayón no peleará por el diputado con Rubinat

Algún dirigente ha expresado ya que el partido debe crecer a costa del voto leonesista

Los socialistas quieren echarse la bandera de León al hombro y radicalizar su discurso leonesista

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F. Ramos - león
León

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La pérdida de la Diputación Provincial no ha sentado nada bien al Partido Socialista que, a pesar del varapalo que supuso para ellos la rebaja del número de diputados en el partido judicial de La Bañeza que hacía que el PSOE se quedar sin el suyo, siempre creyó que esta vez sí podía gobernar la institución provincial. De hecho, en el seno del partido, además de los ya anunciados movimientos contra su secretario provincial, Miguel Martínez, por parte de algunos que quieren hacerle pagar esta derrota en la máxima institución provincial, se está produciendo una corriente leonesista por parte de algunas de sus personalidades más destacadas. Este sector de personas influyentes y de relevancia dentro del PSOE de León entienden que ha llegado ya la hora de que el Partido Socialista radicalice su leonesismo y discuta, incluso, la unión de León con Castilla. Estas mismas personas creen que, a la vista de los resultados de las últimas elecciones municipales y autonómicas, el PSOE debe tratar de conseguir llegar a los leoneses, además de con su ideario programático, a través de leonesismo. Un hecho sobre todo ha provocado que se radicalice esta posición: la mayoría absoluta del Partido Popular en la Diputación Provincial, que ha logrado por la pérdida de los votos de la Unión del Pueblo Leonés, que habían sido asignados erróneamente. En el PSOE se tiene la creencia de que con alguno de esos votos que se fueron, bien a la UPL o a otras fuerzas leonesistas, ahora se estaría hablando de un gobierno socialista en la institución provincial. La marcha de Villalba Además, una vez que el secretario autonómico del partido, Ángel Villalba, ha anunciado que no piensa seguir dirigiendo los designios autonómicos del PSOE ni optar a la Presidencia de la Junta dentro de cuatro años, estos mismos dirigentes socialistas entienden que se ha quitado el freno que hasta ahora suponía el propio Villalba y no tendrán reparo alguno en criticar con dureza aquellas decisiones de la dirección autonómica de su partido que entienden no favorezcan claramente a León. El camino ya se ha iniciado y, salvo un giro brusco de última hora, no parece que vaya a pararse. El anuncio del secretario general del Partido Socialista en Castilla y León, Ángel Villalba, de que no optará a la reelección como máximo dirigente del PSOE en la comunidad y de que no repetirá como candidato a la Presidencia de la Junta dentro de cuatro años es visto desde León como un gesto y una decisión personal. El secretario general del Partido Socialista en León, Miguel Martínez, aseguró que no quería entrar a valorar el porqué de esta decisión, ya que según sus palabras se trata de algo absolutamente personal. «La marcha de Ángel Villalba es una decisión muy personal que me merece todo el respeto del mundo», declaró Miguel Martínez, quien además explicó que ahora no era el momento de entrar a analizar si el PSOE debe plantearse el tener un candidato a la Junta distinto del secretario autonómico. «Ya hemos trabajado con las dos opciones», matizó Martínez, para quien lo importante es que el partido sepa encontrar a alguien que aglutine a todos los socialista y sepa llevar el programa y la gestión de su partido al conjunto de la comunidad autónoma. En la misma línea se expresaron otros dirigientes del PSOE leonés, como el candidato al Ayuntamiento, Francisco Fernández, quien agradeció el trabajo de Villalba. Después de la pérdida de dos diputados, uno en el Bierzo y otro en el partido judicial de León tras el recuento definitivo, todo parece indicar que el actual portavoz y cabeza de lista en San Andrés del Rabanedo, Luis Herrero Rubinat, será el que ocupe una vez más el sillón de la portavocía de la UPL en el Diputación Provincial, allá por mediados del mes de julio, cuando se constituya el nuevo plenario provincial. De hecho, según ha podido saber este periódico a través de diversas fuentes, el que podría disputarle esa plaza el cabeza de lista en Villaquilambre, Lázaro García Bayón, no tiene intención alguna de pelear con Luis Herrero Rubinat por el puesto en la Diputación Provincial. Estas mismas fuentes explican que García Bayón tiene claro que va a ser el próximo alcalde de Villaquilambre con los votos del PP y del PSOE -una vez que la UPL pacte con el Partido Socialista en León- y quiere dedicarse exclusivamente a dirigir el segundo municipio del alfoz durante los próximos cuatro años. El propio Lázaro García Bayón ha dicho a sus más cercanos que no pretende entrar en una guerra por la Diputación Provincial con Luis Herrero Rubinat y que su prioridad exclusiva pasa por el Ayuntamiento de Villaquilambre. Habrá que ver qué pasará si después no logra la Alcaldía que él asegura tener en sus manos, según explican las fuentes consultadas.

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