Santos Llamas establece como requisito «imprescindible» una cota de acceso de cero metros
Caja España tendrá todas sus oficinas adaptadas a minusválidos antes del 2009
La entidad tiene aún cerca de 150 sucursales que no cumplen los planes de accesibilidad
El presidente de Caja España, Santos Llamas, anunció ayer que la entidad financiera va a eliminar, antes del 2009, las barreras arquitectónicas de todas sus oficinas y explicó, además, que el planteamiento previsto contempla la reforma de las sucursales en las que hay problemas de accesibilidad. Este compromiso, adquirido en el transcurso de la visita que efectuó la cúpula directiva de la Caja a las instalaciones que la obra social tiene en Sierra de Brezo, significa que los edificios de nueva construcción tendrán como requisito «imprescindible» una cota de acceso de cero metros. Un requerimiento que ha provocado ya el rechazo a numerosos locales «bien ubicados y comercialmente válidos». De hecho, de las 590 oficinas que la entidad tiene repartidas por el país, sólo hay ciento cincuenta que no cuentan con los dispositivos de accesibilidad marcados en la ley; el resto -240- ya han sido habilitadas o están en proceso de ejecución, ya que las sucursales que se han puesto en funcionamiento a partir del 2004 -concretamente 125- aparecen dentro del libro de estilo de la sociedad, donde quedan establecidos los criterios en materia de supresión de barreras. En este sentido, las actuaciones que se han llevado a cabo en estas sedes suponen la instalación de rampas de acceso o de aparatos elevadores. En aquellos locales en los que ha sido técnicamente imposible implantar las medidas, han optado por realizar pequeñas elevaciones de la acera para rebajar los desniveles que dificultan la entrada a las personas de movilidad reducida. Así, el máximo dirigente de la Caja manifestó «que no se puede predicar sin dar trigo» y se comprometió a «ayudar física y materialmente a todas los discapacitados». Por otra parte, el director de división de medios, Francisco Paramio, recordó que la Caja «no escatima en gastos para estas cuestiones» y dijo, además, que la inversión que hay que destinar a cumplir estos requisitos «es mucha», aunque no quiso especificar cuánto exactamente «por la complejidad de las iniciativas que hay que desarrollar».