La Junta extenderá la formación a todas las provincias si la iniciativa resulta satisfactoria
Cerca de 140 alumnos de León serán los primeros mediadores de España
Sánchez Pascuala inauguró ayer el curso en el Criele de la residencia de San Cayetano
La pérdida de la autoridad moral de los profesores y al auge del individualismo frente al trabajo en equipo llevan a los profesionales de la educación a plantear nuevas fórmulas con las que combatir el incremento de la violencia en las aulas. Una lucha en la que la Junta de Castilla y León toma ventaja sobre otras administraciones, ya que el Observatorio de la Convivencia, implantado en toda la comunidad para velar por el cumplimiento de unos mínimos, es ya un reflejo que incide sobre otros territorios. Con el ánimo de avanzar en la senda marcada para instaurar la armonía en el ámbito escolar, el director general de Coordinación, Inspección y Programas Educativos, Fernando Sánchez Pascuala, presenció e inauguró ayer la apertura del curso «La mediación con los alumnos», en el que participan ya 136 estudiantes de siete institutos de la capital y de uno de Boñar y que son los primeros en formarse, en este campo, de toda España. Durante dos días, con una sesión matutina el sábado, los chicos aprenderán «técnicas de habilidad social» para mejorar la convivencia y solucionar conflictos entre sus compañeros y contribuir así a que el sistema educativo tenga un desarrollo sostenible. Sánchez Pascuala destacó «la brillantez» de estos alumnos y agradeció su interés, «porque sois gente con gran capacidad de ayuda». Además, recordó que desde hace dos años la conflictividad ha aumentado y «éste es un aspecto importante porque se han producido agresiones muy graves entre compañeros». De hecho, «ésto no ha nacido ayer, pero las conductas antes admitidas hoy tienen que ser rechazadas», manifestó el responsable educativo, quien quiso dejar constancia de que en este campo «todos tenemos un papel activo: tanto padres como profesores», incidió. Una vez concluya el curso, los propios alumnos también pasarán a formar parte de ese núcleo activo y tendrán la capacidad y formación suficiente como para mediar ante un percance acaecido entre dos o más compañeros y que no presenta visos de solución. Para ello, una serie de ponentes, «que son lo que más saben de este tema», les darán las pautas para arbitrar ante estas situaciones, aunque «nunca tendréis que poneros en riesgo», afirmó Pascuala, quien dijo que los mediadores «tienen que tener la autoestima alta y mucha seguridad». En la misma línea, el coordinador de este tipo de proyectos destacó que los participantes en esta iniciativa, pionera a nivel estatal, «no tienen que estar del lado de los profesores, suponiendo que hubiera dos bandos» y explicó que el comportamiento de estos chicos tiene que ser el mismo de siempre; «Os tiene que cambiar a vosotros por dentro», puntualizó a este respecto para reforzar la idea de que los 136 alumnos que asisten a estas clases «han atado a sus espaldas un esfuerzo complementario que les va a hacer mejores personas». Durante las jornadas, de ocho horas el primer día y de cuatro el segundo, los responsables del programa preguntarán a los alumnos sobre sus inquietudes para saber cuál es la idiosincrasia de los alumnos mediadores, ya que la intención de las autoridades educativas es la de extender esta iniciativa, de manera progresiva, a todas las provincias de Castilla y León.