Un empresario hotelero segoviano se hace con el Hotel Santiago
El Hotel Santiago fue inaugurado hace un año
El empresario hotelero segoviano Julián Herrero es el nuevo propietario del Hotel Santiago, inaugurado en las afueras de la capital leonesa hace apenas un año. El nuevo propietario cuenta ya con dos establecimientos en la provincia de Segovia, que gestiona junto con su hermano, Nicolás Herrero, según confirmó ayer. Se trata del Hotel Puerta de Segovia, de 205 habitacioneos; y el aparthotel de lujo Veladiez, que será inaugurado en breve. Herrero, que no quiso desvelar ayer el coste de la operación, destacó que su experiencia en el sector se remonta a los años 80, y que esta es su primera experiencia de expansión fuera de su provincia. El empresario señaló ayer que había optado por permanecer en Castilla y León para esta primera compra, y aunque no descartó llevar a cabo nuevas adquisiciones aseguró que de momento no tiene prevista ninguna otra operación. «Ahora hay que pagar esta, luego ya veremos». Respecto a los proyectos que tiene para el recién adquirido establecimiento, señaló que su objetivo es ofrecer un buen servicio. El Hotel Santiago está ubicado en Puerto de Santiago, en la urbanización Parque Rey Ordoño, a 1,5 kilómetros de la capital leonesa. Inaugurado el pasado mes de junio, tiene una categoría de cuatro estrellas y dispone de 142 habitaciones, repartidas en un edificio de seis plantas. El establecimiento cuenta además con cinco salas de conferencias, restaurante, piscina, servicios médicos, parque infantil, gimnasio y conexión inalámbrica a Internet. Los nuevos propietarios señalan que «aunque el establecimiento ya dispone de un excelente equipamiento, la propiedad tiene prevista una ampliación de las instalaciones para dar una mayor oferta de servicios a los clientes». Julián Herrero considera que el Hotel Santiago se convertirá en un establecimiento de referencia en la provincia, «tanto por su localización como por su cocina, que ofrece especialidades castellanas y productos típicos de la tierra, como el cochinillo segoviano», según explica.