Diez oseznos murieron el año pasado por falta de animales para alimentarse
El Fondo para la Protección de Animales Salvajes (Fapas) afirmó ayer que la carencia de recursos alimenticios debido a la retirada de cadáveres de animales domésticos podría ser la causa de que al menos entre ocho y diez oseznos nacidos el año pasado en la Cordillera Cantábrica no hayan podido sobrevivir. Esta organización ecologista critica la aplicación de una «estricta» normativa europea que obliga a la retirada en el medio natural de los cadáveres de los animales domésticos, lo que, según afirma, está originando «una crisis» de recursos alimenticios que no solamente afecta al oso pardo, sino también a otras especies de la fauna salvaje como lobos y aves carroñeras. Según Fapas, el día 3 de julio presentará en Bruselas a la Comisión Europea «un completo estudio que demuestra el impacto negativo que la retirada de cadáveres de ganado doméstico está teniendo sobre la población de oso pardo en Asturias». Señala que solamente en esta región y dentro del área de distribución del oso pardo, 210.300 kilos de carne que antes estaba a disposición de la fauna salvaje es retirada del aprovechamiento de las cadenas tróficas. Independencia de crías Fapas apunta también que durante el periodo del pasado año 2006 al 2007, al menos entre ocho y diez oseznos no han podido sobrevivir en condiciones naturales, y añade que a esta mortandad se debe añadir la que se produce en las crías de esta especie que a partir de este año se van a independizar de sus madres.