Al más alto nivel

El servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital de León ha logrado convertir en normal lo que para otros es un logro científico. El equipo de la unidad realiza intervenciones, de forma casi generalizada, de cirugía compleja e innovadora que, tal y como reconocen, apenas se realizan en otras unidades hospitalaria pero que, dados los excelentes resultados, contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes de forma espectacular. La cirugía de Ross constituye, por su complejidad, una de las técnicas más destacadas del centro. La intervención se realiza desde hace cuarenta años y consiste en la sustitución de la válvula aórtica dañada por una válvula pulmonar. «La durabilidad del implante es prácticamente indefinida y las complicaciones que se producen casi nulas», explica el doctor Mario Castaño. La válvula crece con el paciente por lo que, agrega, es una operación ideal para niños y jóvenes. El servicio ha realizado ya 13 operaciones de este tipo con muy buenos resultados. El servicio está en disposición, apunta el jefe de la unidad, «de ofrecer este ventajoso tipo de cirugía en nuestra comunidad a pacientes de estas edades con problemas de su válvula aórtica». Unos resultados excelentes en el 100% de los pacientes con arritmia persistente y un 75% en los que padecían arritmia crónica avalan la cirugía de la fibrilación auricular. Mediante la técnica de la crioablación (la congelación de la zona cardíaca que genera las arritmias) se logra eliminar este trastornos que causa un importe incremento del riesgo de insuficiencia cardíaca o embolias. El centro ha hecho 84 operaciones con éxito. La cirugía de la fibrilación auricular, la cirugía con injertos arteriales o las intervenciones para la reparación de la válvula mitral constituyen por sus complejidad completan el lista de la cartera.