¿Habla el arma del delito?
Al menos cuatro testigos declaran que la barra de futbolín con la que según la policía se infligieron las heridas mortales a la víctima estaba a menudo en el maletero del coche del procesado
Una funcionaria exhibe a un policía la barra metálica con la que presuntamente se cometió el crimen
La Policía Científica no tiene dudas de que la barra de futbolín que apareció a unos treinta metros del cadáver de la víctima la noche de autos, fue el objeto contundente con el que quien quiera que fuera el autor del crimen acabó con la vida de Celia Victoria. Los informes que manejan los funcionarios policiales señalan también que en el hierro, hay huellas que pertenecen de forma inequívoca al imputado y en lo que va de semana, hasta cuatro testigos han reconocido que la barra viajaba a menudo en el maletero del coche del principal sospechoso, que de acuerdo a estas versiones, incluso en algunos casos, llegó a hacer ostentación de su posesión. Sin embargo, el propio acusado ha negado ser el propietario del objeto y otro de los testigos citados ayer afirmó haberse enterado en el transcurso del propio juicio de la existencia de la barra: «No tenía ni idea, ni tampoco la había visto nunca». Los forenses que realizaron la autopsia describirán esta tarde el estado en el que quedó el cadáver a consecuencia de las agresiones recibidas. Se contabilizaron más de dos docenas, según las calificaciones provisionales.