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José Jerónimo Ramos falleció el 26 de junio del 2007 en Vegacervera

Publicado por
F. Aller - redacción
León

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Jerónimo Ramos falleció ayer y hoy, miércoles, sus restos mortales serán incinerados después de la misa de funeral prevista para las siete de la tarde en Vegacervera. Esta es la noticia que nunca quisiéramos haber dado. Pero sabíamos desde hace semanas que algún día nos enfrentaríamos a esta triste realidad. Jerónimo Ramos llevó en silencio una enfermedad que sospechaba y de la que nos mantuvo ajenos completamente a todos sus compañeros. Pero la realidad siempre es terca y ha terminado por ser dramática. Jerónimo Ramos ya no está con nosotros, pero sin duda seguirá formando parte para siempre de la gran familia del Diario de León. Nació en el barrio de San Marina de León, algo de lo que siempre se mostró orgulloso. Sus padres, por motivos profesionales, se fueron pronto a Barcelona, pero Jerónimo nunca pasó demasiado tiempo fuera del barrio que le vio nacer. Dos tías y los padres hacían posible este geográfico maridaje. Vegacervera acabaría siendo su pueblo de adopción. Allí construyó la vivienda del retiro que sólo ha podido disfrutar en escapadas de fin de semana y allí tenía un taller donde daba rienda a sus inquietudes artísticas, por timidez nunca abiertamente confesadas. Marisa, su mujer, ha vivido estos meses con inquebrantable valentía. Ella sabía el final cuando nos reunieron a los amigos hace apenas un mes para celebrar las bodas de plata del matrimonio. Fue una celebración con sabor a despedida. Pero fue hermoso. Flanqueaban al matrimonio en el banco ante el altar la ahijada y el sobrino. A falta de hijos, los dos han acaparado el afecto paternal que Jerónimo no ocultaba. Estudió Maestría Industrial y se introdujo en el mundo inmobiliario a través de Fincas Santos. Este trabajo le marcaría para siempre. Su tarea como director comercial no le impedía seguir con solvencia cuantas obras se realizaban en esta casa. Una de las últimas, la remodelación y adecuación de la oficina comercial y Club de Prensa de Gran Vía de San Marcos. Entró en el Diario de León en enero de 1979. El tipómetro era su herramienta de trabajo y la maquetación su cometido. En el año 1984 pasó al área comercial. Fue director de publicidad y logró algo importantísimo en este mundo tan competitivo: no se le conocían enemigos. Como director comercial, posteriormente, desarrolló también el departamento de promociones y márketing y recayó en gran medida sobre sus espaldas la organización de los eventos del Centenario del periódico. Metódico, reflexivo, todo estaba en los cuadrantes de su inseparable agenda. Una tarea muy importante, fundamental, y con frecuencia ingrata, porque sólo se revela si algo sale mal y nunca se estima el acierto en toda su complejidad previa. Jerónimo Ramos vivió su enfermedad en silencio, como él hacia todas las cosas. No aparecía con frecuencia en las fotos, pero era el que siempre estaba ahí. Para todos nosotros eso era una garantía. Todos perdemos a un gran compañero y a un amigo. Descansa en paz.