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Concejal de Persona

«No habrá ninguna contratación grande, se cubrirán necesidades»

El socialista anuncia que «habrá una congelación de la plantilla hasta que la auditoría diga qué se va a hacer» y compromete «igualdad de condiciones para entrar en el consistorio»

García del Blanco avanza que habrá una RPT «real y pactada»

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A. Caballero - león
León

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La mitad del Ayuntamiento es suyo. Bueno, quizá todo. Ya no es la joven promesa socialista. Ahora. Ibán García del Blanco (León, 1977) es el responsable de la plantilla municipal, que consume cerca del 50% del presupuesto. No tiene cara de malo, pero quizá... -¿Hay mucha gente en el Ayuntamiento? -Si hablamos de número sí, sin duda, sobre todo en relación a otros ayuntamientos de similar población. Pero lo que nos falta saber es, si hablamos de servicios, si realmente hay demasiada gente. Ahora se planteará la auditoría para saber la situación económica del consistorio y también para saber exactamente cuál es el número de trabajadores, porque a día de hoy nadie sabría dar una cifra exacta. -¿...? -Esto parece algo extraño, pero sí es cierto que hemos tenido episodios en la etapa anterior, incluso inspecciones de trabajo, que sorprendían a personas trabajando sin contrato. Espero que se haya corregido por completo, pero quiero comprobar cuál es el estado de la plantilla. -Un número aproximado. -Hay que tener en cuenta la estacionalidad de algunos de los servicios, pero creo que podría rondar en los momentos más bajos los 1.800 trabajadores y en los más altos, por encima de los 2.100. Desde el punto de vista de los recursos que genera el ayuntamiento es un gran problema. -¿La auditoría es para saber quién hace qué? -Tenemos una relación de puestos de trabajo que nos viene de la época del pacto cívico. Se han hecho algunos modificados, pero el esqueleto tiene muchos años, así que no sabemos exactamente ahora qué se está haciendo en el ayuntamiento, cuáles son los servicios y en qué condiciones. Uno de nuestros grandes retos es realizar una relación de puestos de trabajo ajustada, real y pactada con los representantes sindicales. Es un trabajo que se ha empezado a hacer muchas veces, pero que nunca se ha culminado. -¿Teme que sobren 100, 200 ó más? -No es cosa de temer, sino que cuando se tiene un problema hay que ser consciente de que existe. Lo que no podemos hacer, como hasta ahora, es ir dando palos de ciego, mirando hacia otro lado y siguiendo con la misma dinámica. Está claro, y es algo que anunciamos en campaña y con lo que están de acuerdo nuestros socios de gobierno: tiene que haber una congelación necesariamente, en estos momentos, de la plantilla laboral. A partir de ahora, hasta que sepamos qué vamos a hacer, la plantilla tiene que estar congelada, eso por una parte. Por otra parte, independientemente de lo que diga el estudio, hay otra máxima: cualquier leonés tiene que poder acceder, en igualdad de condiciones, por cuestiones de mérito y capacidad, a la plantilla municipal. -¿Eso no lo marca la ley? -Es algo que tenemos que asegurar, porque, a lo mejor me arriesgo demasiado, pero creo que estos conceptos se han puesto en solfa durante demasiado tiempo en el ayuntamiento, entre amigos, familiares y recomendaciones. Una administración moderna tiene que garantizar esto. -Así que no entra nadie. -Hay servicios que hay que seguir prestando, en tanto en cuanto no se decida políticamente si hay que continuar o no, sobre todo de carácter estacional. Habrá congelación desde el punto de vista técnico. Es decir, no va a haber ninguna contratación significativamente grande en adelante; se van a ir cubriendo necesidades. Otra de nuestras grandes intenciones es que muchas de las plazas que se vayan amortizando, no se renovarán posteriormente. Es una manera de darle un poco de aire a la plantilla, sin necesidad de tomar medidas drásticas. -Quizá externalizar. -Es algo que no descartamos, lo digo de antemano, pero debemos esperar a lo que diga la auditoría. Ya veremos si debemos hacer esto o, incluso, si podemos ver que técnicamente daríamos un mejor servicio. -O privatizar... -No, lo digo con sinceridad. No hay ninguna previsión, porque no hay ningún servicio que se diga que se va a privatizar. -Entonces, como en el matadero, recolocar. -Lo que tenemos que hacer ahora es actuar en consecuencia. Si vamos a recuperar a decenas de trabajadores, tenemos que tener la racionalidad suficiente para no contratar a mayores, sino que cuando vayan surgiendo necesidades tendremos que recolocar a esas personas en el ayuntamiento, no generar nuevos puestos de trabajo. -Pero sí nuevos servicios. -Podría plantearse, aunque es demasiado arriesgado ahora, hasta que veamos si los servicios los prestamos con calidad, si la plantilla está dimensionada¿ ­-Si hay mucha gente en unos, y poca en otros, como Bienestar Social... -Con toda seguridad. Sé positivamente que hay algunos servicios que están funcionando con muy poco personal, probablemente algunos de los que ofrece Bienestar Social, pero también más; mientras que hay otros sobredimensionados. En la última época conocemos algunos concejales en situación especial que sobredimensionaron sus plantillas; los ejemplos nos vienen a la cabeza a todos. Hay que hacer una racionalización es este sentido. -Uso político de la plantilla. -Sin duda. No extraña a nadie que se diga. Además, creo que gran parte de la culpa de la precariedad, lo que es curioso porque parece antitético a la relación con una administración pública, con contratos temporales, personas que están eventualmente, renovaciones, contrataciones irregulares, tiene que ver con el control político, con el control del señor feudal y el siervo de la gleba. La última época ha sido el epítome de todo esto: se han dado contrataciones sin seguir el más mínimo rigor, desde el punto de vista incluso de suficiencia presupuestaria, de mérito y capacidad. Eso hay que cortarlo definitivamente, porque si los ciudadanos han votado cambio, han votado cambio con respecto a muchas de estas cosas. -¿Por qué no les va a funcionar a ustedes? -Ha funcionado hasta que dejó de funcionarles. Este funcionamiento se acentuó en la última época y parece que los resultados electorales no han sido los más adecuados. Tanto muchos trabajadores municipales que pudieran estar en esta situación, como muchos ciudadanos han dicho basta, queremos otro modelo.