El País de Nunca Jamás
El recinto ferial ofrece cada año la oportunidad de mimetizarse con los más pequeños, disfrutando de los más de cien puestos, que suman entre atracciones, tómbolas y bares Sopas de ajo
Las Fiestas de San Juan y San Pedro no serían lo mismo si no fuese por el recinto ferial. Un espacio en el que todos se convierten en niños, disfrutando de los 130 puestos, repartidos en una superficie de 34.000 metros cuadrados. A su entrada, El Figura recibe al público con su puesto de figuras, en el que todo el mundo acaba comprando algo. A su izquierda, los coches de choque de Alberto García son unos fijos en las fiestas de San Juan en León. Un poco más adelante, el puesto que Montserrat heredó de su madre, ofrece algodón, palomitas y almendras garrapiñadas a los visitantes. Entre las atracciones más emocionantes y, que garantizan una buena descarga de adrenalina es el Extreme, cuyos propietarios, procedentes de Chiclana de la Frontera, es el tercer año que repiten y en las próximas semanas se desplazarán a la Semana Negra de Gijón. No podría faltar la montaña rusa, ahora bajo el nombre El nuevo ratón salvaje , las camas elásticas o la noria desmontable más grande de Europa, que para su transporte precisa de diez trailers. Seguramente, uno de los días con más afluencia es el 1 de julio, este domingo, con el Día del niño, jornada en la que los precios de las atracciones se reducen un 50% de su precio normal, unos tres euros aproximadamente.