León empieza a ser de colores, 30 años después El Ayuntamiento leonés lució la bandera que Julián Lanzarote se negó a colocar en Salamanca

El arco iris que nació en Barcelona en 1977, cuando todavía las cosas tenían el barniz del blanco y negro, cruzó León ayer para reclamar los derechos de las lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), quienes celebraron que «durante estos tres últimos años España se ha convertido en el primer país del mundo que los reconoce en plenitud, en una sola legislatura», según ensalzaron en el manifiesto que leyó en la plaza de Botines el concejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento, Vicente Canuria, quien anunció que se colocará como homenaje al colectivo una calle con el nombre de 28 de junio, en el Área 17, en la prolongación de la que ya existe en San Andrés. Salir a la calle. Estar en la calle. Los dos verbos complementan la meta activa perseguida por el colectivo, que es consciente de que «todavía existen problemas de visibilidad en León, una capital de provincias pequeña, donde hay miedo al rechazo, pero en la que la gente, en general, suele ser bastante respetuosa», como concede Isabel Pastor, coordinadora del grupo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales del PSOE, quien asegura que, en contra de lo establecido por el tópico, «son los mayores, quizá por el bagaje de su vida, los que mejor mucho más la tendencia sexual de cada uno», frente al ambiente de «los institutos y la universidad, donde hay una mayor presión» para quienes quieren vivir su sexualidad de una manera libre. En marcha El camino, que «aún es largo», cuenta con una lista de avances significativos «puestos en marcha por el Gobierno socialista». «El derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo; la ley de identidad de género mediante la cual las personas transexuales pueden solicitar el cambio de nombre y sexo a través de un sencillo procedimiento administrativo y sin necesidad de haber realizado la intervención quirúrgica de reasignación de sexo; el reconocimiento institucional realizado por el Parlamento y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias hacia las personas homosexuales y transexuales que sufrieron la persecución y el encarcelamiento durante la dictadura franquista; la incorporación entre los objetivos prioritarios del Plan de Inclusión Social de las personas transexuales y homosexuales para asegurar la igualdad de oportunidades y la no discriminación de esta población; la Ley contra el Racismo y la Xenofobia en el Deporte; la Ley Orgánica de la Educación (LOE) que establece entre los fines de la educación el reconocimiento de la diversidad afectivo sexual y la asignatura obligatoria de Educación para la Ciudadanía que incorpora el respeto a la diversidad sexual, las distintas formas de familia y la erradicación de los comportamientos y actitudes homófobas; y el esfuerzo del Ministerio de Sanidad, que ha triplicado en tres años el presupuesto destinado a financiar programas de prevención del VIH/Sida», citó el colectivo. Críticas a Polonia y Letonia La superación de obstáculos recalcada por el grupo LGTB del PSOE contrastó con la denuncia gritada por Amnistía Internacional, que, en otro manifiesto, criticó «la postura homófoba mantenida por gobiernos europeos como Polonia o Letonia, que permiten declaraciones políticas que crean un clima de odio contra la libertad de sus ciudadanos a escoger su sexualidad». «Es una cuestión de derechos humanos, no un favor que se hace a nadie», aclaró Cristina Egido, quien reclamó que «la Unión Europea no se quede impasible ante la violación de la legalidad de alguno de sus países miembros». En contra de la postura defendida por el alcalde de Salamanca, el popular Julián Lanzarote, que mandó en dos ocasiones a la policía local quitar la bandera arco iris del balcón del grupo municipal socialista en el consistorio charro, el Ayuntamiento de León izó a media mañana la enseña adoptada por el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. El alcalde de León, Francisco Fernández, el vicealcalde, Javier Chamorro, y el edil de Participación Ciudadana, Vicente Canuria, acompañaron a la coordinadora del grupo LGTB, Isabel Pastor, y a la secretaria de Acción Social de UGT, Carolina Suárez, en el acto. En este foro, Canuria reseñó que el equipo de gobierno bautizará una calle con el nombre 28 de junio, por «justicia social» y criticó que «Amilivia frenara el acuerdo por presuntas protestas, que no existen en ningún registro ni en ningún expediente del Ayuntamiento».