Carrasco en Second Life
La política tiene estas cosas. Un día te acuestas perdedor, y al día siguiente, te levantas aún más perdedor. Luego está el que gana, que cada día lo siente más y ya se reivindica. También existen aquellos que son víctimas de una increíble victoria menguante. Dicen: Por favor, que terminen el escrutinio que nos quedamos sin votos. Pero el poliedro político había reservado un suceso digno de un proceso de sugestión, espejos deformantes, fenómenos paranormales, zombies, muertos vivos, vivos espabiladísimos y más... Un lugar en donde nada es lo que parece. En donde dos y dos por qué van a tener que ser cuatro. Pasen y vean. Isabel Carrasco estará siempre en deuda con el 27-M. Ese día en el que perdió por mayoría absoluta de errores en el recuento. Si supo asimilar el disgusto, ha tenido la oportunidad de vivir una vida que no le correspondía. Saber qué hubiera pasado si no hubiera pasado lo que pasó. Sentir una tristeza que no era suya. Recibir una mirada cómplice, de apoyo, sincera. Hacer ese terapéutico balance introspectivo que sólo se hace cuando las cosas se tuercen. Conocer el sinsabor de la derrota no tiene precio si después de degustarlo llegan y ponen en orden los nombres de los partidos leonesistas que, por quitarse, se arañaron hasta las siglas, y cae rendida a tus pies la mayoría absoluta, ésa que decía Fraga que bastaba con llamarla suficiente . Y, entonces, de derrota en derrota, hasta la victoria final, todo suma 13. Muy buen número. Se pongan como se pongan. Isabel Carrasco, aquel 27-M, al son de Strangers in the night, podía haber dicho: «Estoy muy contenta de esta derrota porque creo que va a ser suficiente para gobernar en solitario». Los muchachos del partido la hubieran llamado loca, pero tiempo al tiempo. Pero no, no es ahí donde se ha producido el milagro (a veces, la torpeza convierte lo normal en prodigioso) de las urnas y los votos. Isabel Carrasco, primera mujer presidenta de la Diputación de León, ha tenido la suerte de vivir su particular second life. Pero sin necesidad de diseñar su avatar, ni buscarse las vueltas para formar parte de ese multitudinario mundo virtual que propone Second Life (Segunda Vida) y que reside en Internet. En ese lugar en el que cualquier parecido con la realidad es completamente intencionado para que pasen otras cosas. Pero la vida real es otra historia. Sin tiempo para el condicional. Sin oportunidad de poner la pausa y decidir. Meditar. Sin la suerte de vivir las horas duplicadas. Se gana o se pierde. Isabel Carrasco ganó perdiendo. Perdió, rozando la mayor de las victorias. No vio de cerca la derrota, se la tragó. Rebobinemos, que algo queda. El periodismo se perdió un titular el 28-M: Por primera vez en la historia, una mujer presidirá la Diputación de León. Próximo estreno en el Palacio de los Guzmanes. 17 de julio, para ser exactos.