Tres ciclistas han muerto en la provincia de León desde el mes de mayo

Cerca de 1.100 ciclistas fallecieron en las carreteras españolas desde 1995 hasta 2005, según datos estadísticos de la DGT. Es decir, aproximadamente, cada tres días muere un ciclista. Tan sólo en la provincia de León, en los últimos tres meses, han perdido la vida tres deportistas, dos peregrinos del Camino de Santiago y el socio del Club Ciclista León, Germiniano Francisco Campillo, al que sus compañeros le hicieron ayer un pequeños homenaje. El ciclismo profesional ha perdido a muchos corredores mientras entrenaban y las cifras se disparan cuando se trata de aficionados. Antonio Martín, considerado como el sustituto de Induráin, o el campeón de ciclocross José Luis Talamillo, son algunos de los nombres más famosos que recoge el fatídico listado de deportistas muertos en las carreteras españolas. Como señala un estudio de la Subdirección General de Investigación y Formación Vial, la mayoría de los accidentes se producen en domingo y por carreteras convencionales de buena visibilidad. La principal causa suele ser el atropello, sin embargo, los quitamiedos en los últimos años se han cobrado muchas víctimas, sobre todo entre ciclistas y motoristas. Un claro ejemplo es el que ocurrió el pasado domingo, cuando el ciclista leonés Germiliano Francisco Campillo, tras desplomarse de su bicicleta, se golpeó mortalmente la cabeza contra un guardarraíles, sin que el casco evitará el fatal desenlace. Los quitamiedos son las barreras de seguridad, instaladas en las carreteras, una valla metálica y unos postes de sujeción de la misma anclados a la vía, con forma de «I». En un principio, su función es la de evitar que salgan los vehículos de la calzada en una hipotética pérdida de control, pero al mismo tiempo, se convierten en verdaderas armas contra motoristas, ciclistas, peatonesy animales. Como ejemplo de ello está el accidente sufrido en el año 1994 por el ex-campeón de España de 500 centimetros cúbicos. Andrés Pérez Rubio, quién se seccionó ambas manos trás el encuentro con la base de un guardarrail Por ello, asociaciones de motoristas y ciclistas reivindican desde hace años que se ajusten los guardarrailes a la normativa europea y que cumplan de una vez por todas con su verdadera función: salvar vidas.