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El truco, comer mucho y bien

María Concepción Díez, natural de Rioscuro y considerada la abuela de Laciana, continúa a sus 103 años siendo una apasionada de la política y bebiéndose su café «en vaso grande»

María Concepción, sentada, con Hortensia

Publicado por
A. Fernández - redacción
León

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Una mujer de 103 años, María Concepción Díez Díez, natural y residente en Rioscuro es conocida como La Abuela de Laciana por ser la más longeva, desveló que u «receta ideal» para superar el siglo de edad, «comer mucho y bien». María Concepción aseguró en una entrevista concedida a Efe que tiene «tantas ganas de vivir», que incluso acudió a votar en las elecciones del 27-M. «A mí me gusta mucho ir a votar; siempre he ido; me gusta mucho la política y es mi tema preferido de conversación», dijo la anciana, nacida el 8 de abril de 1904 en Rioscuro, un pueblo del municipio de Villablino. La mujer, al hacer un repaso sobre cómo ha sido su vida, reveló que su «receta ideal» para vivir más de un siglo es «comer mucho y bien» y explicó que de salud está muy bien, pero que ha perdido mucha visión; «aún así yo misma subo y bajo las escaleras de la casa agarrándome a la barandilla». «La última operación que me hicieron fue cuando tenía 96 años por una obstrucción intestinal; estuve muy malita, pero sobreviví», aseguró. La mayor de cinco hermanos, la anciana disfruta cada domingo de la visita de Hortensia, de 97 años, quien «vive sola en Villablino; todos los domingos viene a mi casa a comer conmigo y con el resto de la familia y lo que más me gusta de estas reuniones es tomar el café de media tarde, siempre en vaso grande». Hortensia y ella son las únicas hermanas que viven, ya que «la última hermana que perdí fue a la más pequeña que falleció el pasado mes de enero con 85 años». «Siempre tuve mis secretos y mis trucos en la cocina; pocas veces los desvelaba, ni siquiera a mis familiares; no dejé de cocinar hasta los 96 años de edad, pues era mi gran afición» Un día su padre, Manuel, le propuso crear una modesta cafetería en la parte baja de la casa. «Me traían el grano de café en grandes sacos desde Galicia; yo me ocupaba de tostarlo y molerlo; aquí acudían muchas personas de toda la comarca», manifestó. «Además tuvimos la suerte de que el primer molino de café que se trajo a Laciana fue el nuestro», dijo. Su padre falleció cuando ella apenas tenía 20 años y aunque su madre, Matilde, vivió hasta los 98 años, siempre ha sido una segunda madre para todos sus hermanos y con 24 años se casó con un hombre de Omaña, Genaro del Pozo y «sólo tuve tres hijos, todos varones» La Abuela de Laciana, con once nietos y cuatro bisnietos, reconoció que «las puertas de mi casa están siempre abiertas. Por eso quien quiera venir siempre será bien recibido».

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