Una historia solidaria
La idea fue aportada por un jubilado de Fénix que, en 1967, comenzó a repartir comida entre las familias más pobres
La idea del primer banco surgió a mediados de la década de los 60, cuando John Van Hengel, un jubilado de Fénix (EE.UU), repartía comida entre las familias pobres de Fénix. Una madre le contó cómo esperaba cada madrugada a la puerta del supermercado, para recoger los paquetes que se habían caído de los camiones de reparto y nadie se molestaba en recoger. Conseguía así alimentar a sus nueve hijos, y quería difundir su idea entre otras madres de la ciudad. Impresionado, Van Hengel organizó un grupo de voluntarios para recoger directamente esos excedentes en el supermercado y hacer después el reparto de los productos. Así se puso en marcha, en 1967, el primer Banco de Alimentos, en las instalaciones de una vieja tahona. La idea se extendió rápidamente por toda América del Norte, y en 1993 llega a España. Desde entonces se han abierto más de 32 bancos de alimentos, cada uno de los cuales funciona de forma autónoma. La Fundación Banco de Alimentos de España se encarga de promover nuevos bancos, gestionar la logística, programar la formación de los voluntarios y de la publicidad de la Federación. Además es el enlace de los bancos españoles con la Federación de Bancos de Alimentos de Europa, compuesta por más de 100 almacenes. La financiación de los bancos corre a cargo de los socios y benefactores de esta oenegé, todo el trabajo es aportado por sus más de 100 voluntarios. Algunos de ellos están trabajan de forma altruista en León y San Andrés para lograr que las familias con menos recursos tengan alimentos.