Un producto con olor a vainilla
El sistema se activa en el momento que detecta el hedor de la basura, una vez que ésta ha sido ya volcada en el camión de recogida. Es entonces cuando, con el contenedor en el aire, se nebuliza en su interior, una vez por semana, una enzima que lo higieniza y que evita que se regeneren las bacterias y se creen placas de basura. La enzima deja también un olor a vainilla. Además, la concejala de Medio Ambiente de Villaquilambre, Manoli Ordás, también informó que los contenedores también se están limpiando por fuera para quitar todos los restos de los carteles pegados en ellos durante la pasada campaña electoral.